La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) señaló que la productora Gruma tiene un monopolio en el mercado de harina de maíz nixtamalizada, que es la que se vende a las tortillerías del país, por lo que llamó a la empresa a tomar medidas para reactivar la competencia, entre ellas la venta de cinco plantas.
En un dictamen preliminar publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el regulador refirió que, dadas sus ventajas competitivas, Gruma tiene la capacidad de fijar precios en mercados relevantes. Tan sólo a través de su marca principal, la compañía ofrece los costos 9.50 por ciento por arriba que el promedio de sus competidores.
Además, detectó que cuenta con estrategias específicamente diseñadas para dificultar que los tortilleros puedan cambiar de proveedor, al tiempo que tiene una participación de mercado entre 22 y 80 puntos porcentuales mayor que otras compañías del sector.
La Cofece inició la investigación al identificar un aumento constante en los precios de la harina de maíz a pesar de que el precio de su principal insumo, el maíz, se mantenía estable, y tras analizar ocho regiones del país encontró que en algunas de ellas casi nueve de cada 10 kilos de harina son vendidos por Gruma, que agrupa a las subsidiarias de Maseca y Mission.
Fundada en 1949, Gruma, que hoy dirige Juan Antonio González Moreno, es uno de los productores más grandes de harina de maíz y tortillas en el mundo, con 75 plantas y operaciones en México, Estados Unidos, Centroamérica, Europa, Asia y Oceanía.
La empresa fue cercana al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que fue una de las firmas que se sumó al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) que lanzó la administración pasada como una medida para frenar el incremento de los precios de los alimentos.
Dentro de la compañía también figura Carlos Hank González, como vicepresidente del Consejo de Administración y quien fuera parte del Consejo Asesor Empresarial que conformó López Obrador.
Hoy, como coordinadora del Consejo Empresarial del gobierno de Claudia Sheinbaum está Altagracia Gómez Sierra, presidenta de Grupo Minsa, la principal competencia de Gruma y que también fue señalada por la Cofece en la investigación.
Para reactivar la competencia en el mercado nacional, el regulador propuso que Gruma venda cinco plantas de producción de harina de maíz nixtamalizado ubicadas en Chalco, Culiacán, Río Bravo, Veracruz y Celaya, así como toda la flota de distribución y fuerza de ventas de dichas plantas, en un plazo de dos años.
De igual modo, exhortó a la compañía a eliminar las estrategias diseñadas para evitar que las tortillerías cambien de proveedor, y que implemente mecanismos de transparencia y supervisión, con el fin de que haya mayor competencia en el mercado.
Investigación de Cofece es tardía, advierte Consejo Nacional de la Tortilla
Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, consideró que dado el dominio de Gruma a nivel nacional, la investigación de la Cofece es tardía para ayudar la competencia dentro del sector.
En entrevista con El Sol de México, detalló que en algunos casos se establecían tortillerías cercanas a locales exitosos para quitarles clientela, al tiempo que se fijaban contratos restrictivos para impedir que sus clientes compraran harina con otros proveedores.
Al respecto, Gruma informó al público inversionista que, de acuerdo al marco legal aplicable, tiene el derecho de presentar dentro del plazo de 45 días hábiles argumentos, objeciones y elementos de prueba que considere pertinentes con respecto a lo contenido del dictamen preliminar de la Cofece para su defensa.
Al cierre de la jornada de este lunes, el valor de las acciones de Gruma cayó 7.57 por ciento y se vendieron en 334 pesos.