El último miércoles de abril de cada año, se celebra el Día Internacional del Perro Guía, una fecha establecida en 1989 por la International Guide Dog Federation (IGDF) para honrar el trabajo esencial de los perros de asistencia en la vida de las personas con discapacidades visuales.
Este día no solo reconoce la invaluable ayuda que estos animalitos proporcionan para mejorar la independencia y calidad de vida de sus usuarios, sino que también busca aumentar la conciencia sobre la importancia de respetar y facilitar su labor.
Los perros guía son entrenados desde las cuatro semanas de nacidos para realizar tareas específicas como evitar obstáculos, detenerse en bordillos, y manejar situaciones de tráfico, convirtiéndose en ojos confiables para quienes tienen limitaciones visuales severas.
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De acuerdo con el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONADIS) las personas con discapacidad pueden ingresar con su perro guía a cualquier lugar público, incluyendo restaurantes.
El Artículo. 58 de La Ley Federal de Protección a los Derechos del Consumidor, indica que no se puede negar el servicio ni “Aplicar o cobrar cuotas extraordinarias o compensatorias a las personas con discapacidad por sus implementos médicos, ortopédicos, tecnológicos, educativos o deportivos necesarios para su uso personal, incluyéndose los animales de asistencia, tales como perros guía en el caso de personas ciegas o débiles visuales”.
Animales de servicio
Si te encuentras con una persona que está acompañada por un perro guía, es importante tener en cuenta que estas no son mascotas, sino que se encuentran de servicio. Por ello, existen ciertas recomendaciones para no interferir con el trabajo del perro y asegurar la seguridad y comodidad de su usuario.
1. No distraigas al perro: Evita llamarlo, acariciarlo o alimentarlo sin permiso. Estas acciones pueden distraer al perro de su trabajo, lo que podría poner en riesgo la seguridad de su dueño.
2. Da espacio: Mantén distancia para que el perro y su dueño puedan maniobrar sin dificultades. Esto es especialmente importante en espacios estrechos o concurridos.
3. No juzgues el uso del perro: Algunas discapacidades no son visibles, por lo que es importante no asumir que una persona no necesita un perro guía solo porque no parece tener una discapacidad visual o de otro tipo.
4. Sé considerado con tus propias mascotas: Si estás acompañado de tu mascota, asegúrate de que esté controlada y no se acerque al perro guía sin permiso.
5. Ofrece tu ayuda si parece necesaria: Algunas veces, puede ser apropiado ofrecer ayuda, especialmente en situaciones confusas o complejas. Sin embargo, siempre pregunta primero y respeta la respuesta del dueño, ya sea que acepte o decline tu oferta.
Seguir estas recomendaciones puede contribuir significativamente al bienestar y la independencia de las personas con perros guía, permitiéndoles moverse de manera más segura.