Es importante tener precaución en el manejo de los alimentos para prevenir enfermedades, especialmente, durante la temporada de calor cuando las altas temperaturas climáticas provocan que se descompongan con mayor facilidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que los alimentos transmiten más de 200 enfermedades, cuya incidencia es mayor en poblaciones con estado de salud frágil como bebés, mujeres embarazadas, enfermos y ancianos.
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El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) de la Secretaría de Salud de México señala que la comida contaminada es causante de enfermedades de transmisión alimentaria (ETA).
Datos emitidos por personal de la Jurisdicción Sanitaria VI de la Secretaría de Salud de Sonora a la cual pertenece San Luis Río Colorado, indican que en el verano se incrementa la incidencia de casos de diarreas, prácticamente al doble, y las salmonelosis en un 15 a 20% de su presencia habitual en las consultas médicas. Además, son frecuentes, aunque en menor medida, la amibiasis intestinal y la parasitosis.
En tanto que el Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela que, en este país, las malas prácticas en su elaboración afectan a una de cada 10 personas al transmitir bacterias, parásitos, virus, toxinas y productos químico y añade que el verano es una de las épocas del año con más enfermos por la ingesta de alimentos contaminados en la vía pública. Las amibas (amebiasis intestinales) y lombrices (ascariasis) son los principales problemas.
Las buenas prácticas en el manejo de los alimentos, tanto en casa como en la calle, son fundamentales para asegurar su inocuidad. En este sentido, la Secretaría de Salud de Sonora a través de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coesprisson) recomienda asegurar la inocuidad de los alimentos para tener una vida saludable, por lo cual emitió cinco claves que la población debe tener en cuenta.
Sergio Morales García, comisionado de Coesprisson, explicó que la inocuidad de los alimentos se refiere a niveles seguros y aceptables de riesgos en ellos que puedan dañar la salud de las y los consumidores.
RECOMENDACIONES
Mencionó que la primera clave es mantener la limpieza: lavarse las manos antes de preparar alimentos y frecuentemente, durante la preparación, lavarse las manos después de ir al baño, lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados en la preparación de alimentos y proteger los alimentos y las áreas de cocina de insectos, mascotas y de otros animales. También se deben guardar los alimentos en recipientes cerrados.
La segunda clave, agregó, es separar los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para comer; usar equipos y utensilios diferentes como cuchillos, tablas para manipular carne, pollo o pescado y conservar los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.
El funcionario estatal recordó que la tercera clave es cocinar los alimentos completamente, sobre todo, la carne, pollo, huevos o pescado; recomendó el uso de termómetros y recalentar completamente la comida cocinada.
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Morales García precisó la importancia de la cuarta clave, que es mantener los alimentos a temperaturas seguras; se debe refrigerar lo más pronto posible los alimentos cocinados y los perecederos abajo de los cinco grados centígrados y, por último, la quinta clave es usar agua y materias primas seguras, es decir usar agua potable y seleccionar alimentos sanos y frescos.