En la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de esta ciudad se tiene un registro de alrededor de 2 mil pacientes que padecen hipertensión arterial.
De acuerdo con lo informado por el doctor Óscar Castro Guevara, director de la UMF número 38, en esta unidad de salud están inscritos 69 mil 800 derechohabientes, entre trabajadores y sus familiares.
Comentó que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias, para que circule por todo el cuerpo y es un padecimiento que presentan con más frecuencia las personas mayores de 20 años.
En este sentido, personal del IMSS exhorta a la población a practicar la cultura de prevención a través de una vida activa y saludable, con la finalidad reducir el riesgo de enfrentar padecimientos como la hipertensión arterial y sus complicaciones.
En ocasión del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, que se conmemoró el 17 de mayo, el Instituto, a través de la Jefatura de Prestaciones Médicas en Baja California y San Luis Río Colorado, llevó a cabo en UMF, centros comerciales y en algunas empresas de la región, actividades tendientes a promover la prevención.
Entre estas acciones destacan la revisión periódica de niveles de presión arterial, pláticas de promoción de la salud, así como de orientación para mejorar menús alimenticios, reducir peso de manera saludable y sobre rutinas de ejercicio adecuadas a la edad de cada persona, entre otras.
CONSECUENCIAS DE LA ENFERMEDAD
Especialistas del IMSS refieren que una persona con hipertensión arterial puede desarrollar engrosamiento del corazón o embolia cerebral, que se consideran dos de sus complicaciones más frecuentes entre quienes la padecen; generalmente se presentan de no seguir las indicaciones médicas ni tomar los medicamentos prescritos puntualmente.
Una característica de la enfermedad es que muchas personas la padecen sin saberlo, toda vez que en muchos de los casos no presenta síntomas, lo que ocasiona que esa patología evolucione y provoque complicaciones al no ser atendida a tiempo.
La hipertensión se diagnostica cuando la medición de presión arterial supera los límites habituales, (120/80). Si bien no tiene cura, se puede controlar ajustando la ingesta de alimentos: reducir el consumo de sal y bebidas gaseosas al mínimo; evitar la comida chatarra; llevar a la práctica una vida activa y saludable que comprenda la realización de actividades de acondicionamiento físico, entre otras medidas.
El Instituto recalca que quienes ya padecen hipertensión deben seguir las medidas higienicodietéticas que se les indica, principalmente tomar los medicamentos en forma adecuada, para evitar complicaciones relacionadas con este padecimiento; caminar 30 minutos diarios, aumentar la ingesta de verduras y consumir menos de 4 gramos diarios de sodio (sal), ya que son factores determinantes en el control de la enfermedad.