Hoy, en conmemoración del Día Mundial de la Tuberculosis, se destaca la continua lucha contra una enfermedad que, a pesar de ser curable y prevenible, sigue cobrando vidas en todo el mundo.
La tuberculosis, una enfermedad bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones, persiste como una preocupación de salud global, especialmente en regiones con recursos limitados donde el acceso a la atención médica adecuada puede ser un desafío.
De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Salud de México, son más de 28 mil casos registrados al año en el país.
Uno de los desafíos más significativos en México es que aproximadamente el 30% de las personas portadoras de la bacteria desconocen su condición, haciendo fundamental el generar conciencia en la comunidad, y así conozca los síntomas de esta enfermedad
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la tuberculosis pueden variar, pero los más comunes pueden incluir tos persistente que dura tres semanas o más, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso inexplicable, fatiga y dolor en el pecho.
Es fundamental destacar que muchas personas infectadas no presentan síntomas, lo que resalta la importancia del diagnóstico y tratamiento tempranos para detener la propagación de la enfermedad.
El tratamiento estándar para la tuberculosis implica una combinación de medicamentos antibióticos tomados durante varios meses, lo que no solo cura la enfermedad en el individuo afectado, sino que también reduce el riesgo de transmisión a otras personas.
La Secretaría de Salud recomienda implementar pruebas moleculares siempre que sea posible, ya que proporcionan resultados rápidos y precisos, facilitando así un diagnóstico temprano y el inicio oportuno del tratamiento.
Al instaurar el Día Mundial de la Tuberculosis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve el acceso equitativo a los servicios de salud y al tratamiento adecuado para los afectados en todo en México y todo el mundo.
Esto incluye abordar las barreras socioeconómicas y estructurales que dificultan el acceso a la atención médica, así como asegurar la disponibilidad de medicamentos y servicios de apoyo necesarios.