Cada año, el segundo jueves de marzo se conmemora una fecha importante en el calendario global de la salud: el Día Mundial del Riñón. En esta ocasión, el Ministerio de Salud y Protección Social ha puesto el foco en un tema crucial: "Niños y Enfermedad Renal".
Lo anterior con el objetivo de sensibilizar y educar sobre la importancia de la salud renal desde una edad temprana, esta campaña busca destacar la prevención y el cuidado de los riñones en la infancia.
Los riñones juegan un papel fundamental en la salud general del cuerpo humano, filtrando desechos y toxinas del torrente sanguíneo, regulando la presión arterial y produciendo hormonas vitales. Por lo tanto, es esencial adoptar hábitos alimenticios saludables que promuevan la función renal óptima.
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De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México, en 2022 fueron realizados 577 trasplantes de riñón provenientes de donadores vivos o fallecidos. Estudios realizados en nuestro país han estimado una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes a causa de enfermedad renal.
Dieta equilibrada y alimentación
La respuesta para mantener sanos nuestros riñones se encuentra en una dieta equilibrada y variada, que incluya una amplia gama de alimentos ricos en nutrientes esenciales. Entre ellos se encuentran:
Aguacates: Estos deliciosos frutos son ricos en potasio, un mineral que desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial y en la reducción del riesgo de enfermedad renal.
Bayas: Ya sea fresas, arándanos o frambuesas, las bayas son una excelente opción para proteger la función renal debido a su alto contenido de antioxidantes y su bajo nivel de potasio.
Pescado: Especialmente variedades como el salmón, el atún y el arenque, son una fuente importante de ácidos grasos omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y beneficios cardiovasculares.
Espinacas y otras verduras de hoja verde: Estas verduras están llenas de nutrientes como el ácido fólico, que no solo pueden ayudar a prevenir defectos congénitos, sino también a mantener la salud renal.
Cereales integrales: La avena, el arroz integral y la quinua son ejemplos de cereales integrales que son ricos en fibra, lo que puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y la presión arterial, reduciendo así el riesgo de enfermedad renal.
Al integrar estos alimentos en una dieta balanceada y asegurarse de mantener una adecuada ingesta de agua, se puede promover la salud renal y prevenir complicaciones a largo plazo.