El cambio de clima, ya sea de estaciones frías a cálidas o viceversa, a menudo trae consigo una serie de enfermedades comunes.
Estas condiciones de salud suelen ser el resultado de la adaptación de nuestro cuerpo a las nuevas condiciones ambientales y pueden variar según la región y la estación.
Dada la gran variedad de climas que existen en el mundo, y que los cambios, por lo regular, no son consistentes y que pueden tomarnos por sorpresa dado lo repentinos que pueden llegar a ser, es importante mantenerse alerta cada vez que el calendario marca un cambio de estación y por ende un hipotético cambio de clima, para así evitar que nuestra salud se vea afectada por alguna enfermedad, derivada de estos cambios en el ambiente.
A continuación te presentamos algunas de las enfermedades más comunes que se pueden presentar durante estos cambios climáticos.
Resfriado y gripe
El cambio de estación, especialmente la transición de invierno a primavera o de verano a otoño, suele estar relacionado con un aumento en las infecciones respiratorias, como resfriados y gripe. Los virus respiratorios prosperan en temperaturas más frías y secas.
Alergias estacionales
Durante la transición de estaciones, el polen y otros alérgenos pueden desencadenar reacciones alérgicas en las personas sensibles. La primavera es particularmente conocida por ser la temporada de alergias debido a la floración de las plantas.
Problemas de la piel
Los cambios climáticos extremos, como la transición de invierno a verano, pueden afectar la piel. La piel tiende a resecarse en climas fríos y a estar más expuesta al sol en climas cálidos, lo que puede causar afecciones como piel seca, quemaduras solares y alergias cutáneas.
Enfermedades gastrointestinales
Los cambios bruscos de temperatura a menudo provocan fluctuaciones en la ingesta de alimentos y bebidas, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades gastrointestinales, como gastroenteritis.
Problemas respiratorios
La contaminación del aire empeora en ciertas estaciones y puede afectar la salud respiratoria. En invierno, la calefacción en interiores puede resecar el aire, mientras que en verano, la contaminación del aire y las alergias pueden desencadenar problemas respiratorios.
Dengue y enfermedades transmitidas por insectos
En regiones donde hay una transición de estaciones lluviosas a secas, como en algunos países tropicales, el cambio climático puede influir en la propagación de enfermedades transmitidas por insectos, como el dengue y la malaria, debido a la proliferación de mosquitos.