En diversas ciudades del país, un negocio inusual ha comenzado a ganar notoriedad: la reventa de pasteles de Costco. Para muchas personas, especialmente mujeres emprendedoras, esta actividad ha representado una oportunidad de generar ingresos rápidos, aprovechando la popularidad y calidad de los productos de la cadena de almacenes.
Las revendedoras compran pasteles, cheesecakes y otros productos de repostería a precios accesibles en Costco, para luego ofrecerlos en redes sociales o puntos de venta locales con un margen de ganancia considerable.
Aprovechan fechas especiales, como cumpleaños, bodas o celebraciones de oficina, donde estos productos son altamente demandados. Algunas incluso personalizan las decoraciones o adaptan las entregas para hacer la experiencia más atractiva.
No obstante, este negocio no siempre resulta tan dulce como parece. El volumen de ventas no es constante, y muchas veces las revendedoras enfrentan pérdidas al no vender a tiempo, ya que los pasteles tienen una fecha de caducidad corta.
En ocasiones, las revendedoras han reducido drásticamente el precio de venta para no perder la totalidad de su inversión, y en algunos casos, incluso llegan a regalar el producto para evitar la pérdida total.
Uno de los desafíos más grandes que enfrentan estas revendedoras es la feroz competencia entre ellas. En algunas zonas, la saturación de revendedoras ha generado situaciones inusuales e incluso conflictos, como el caso que recientemente se viralizó en TikTok.
En un video, un hombre documentó su intento de comprar productos de la repostería de Costco, solo para ser bloqueado por una mujer que argumentaba haber llegado al lugar desde las 5 de la mañana para apartar todos los pasteles disponibles.
En el video, la mujer le ofrecía al hombre esperar afuera hasta que ella los comprara todos, sugiriendo que entonces podría comprar uno directamente a ella. Este incidente refleja la alta demanda y competencia por estos productos, lo que ha derivado en prácticas cuestionables entre algunas revendedoras.