El mundo de los juegos móviles fue sacudido hace diez años, el 9 de febrero de 2014 por la repentina retirada de Flappy Bird, un título sencillo pero adictivo que había alcanzado un éxito masivo en todo el mundo.
Desarrollado por el programador vietnamita Dong Nguyen, el juego desafió a los jugadores a navegar a un pájaro a través de una serie de obstáculos verticales, logrando un seguimiento ferviente y alcanzando millones de descargas en poco tiempo.
Durante su apogeo, se estima que Flappy Bird generaba ingresos diarios de hasta $50,000 a través de anuncios en la aplicación. Sin embargo, en un giro inesperado, Nguyen decidió retirar el juego de las tiendas de aplicaciones apenas un año después de su lanzamiento.
En una serie de tweets, Nguyen explicó su decisión, afirmando que el juego era "demasiado adictivo" y que su popularidad había traído consigo una cantidad abrumadora de atención no deseada.
Presión social
Las críticas constantes y la atención de los medios de comunicación lo llevaron a sentirse abrumado, y Nguyen decidió que retirar el juego era la mejor manera de lidiar con la situación.
Aunque la decisión sorprendió a muchos, otros elogiaron la valentía de Nguyen por priorizar su bienestar mental sobre el éxito comercial.
Después de su retirada, surgieron numerosas copias y clones de Flappy Bird, con algunos desarrolladores intentando capitalizar el éxito del juego original.
Cabe destacar que, los dispositivos móviles que aún tenían instalada una copia de Flappy Bird se ofrecieron a la venta en línea por miles de dólares, ya que algunos consideraban tener el juego como una rareza después de su retirada.
A pesar de su desaparición de las tiendas de aplicaciones, el legado de Flappy Bird perdura en la cultura popular, recordando tanto el frenesí como los peligros de la fama instantánea en la era digital.
Mientras tanto, Nguyen ha continuado trabajando en otros proyectos, lejos del escrutinio público que alguna vez acompañó a su creación más famosa.