El “Día Internacional del Beso” surgió debido a que una pareja se besó en un certamen durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, en un concurso que comenzó el 12 de febrero y terminó dos días después, el Día de San Valentín ¡Increíble!
Fue en Tailandia, en un concurso que desafió los límites del amor y la resistencia humana, donde Ekkachai y Laksana Tiranarat se embarcaron en una odisea de besos que rompió su propio récord de 46 horas consecutivas, logrado esa misma fecha pero del año anterior.
El escenario para esta hazaña sin igual era un concurso anual en Tailandia, donde las parejas debían estar casadas o demostrar una relación estable para participar. Pero no se equivoquen, no era un concurso para los débiles de corazón. Las reglas eran estrictas y los desafíos, formidables.
El beso debía ser continuo, sin pausas ni descansos, con los labios en contacto en todo momento. Incluso se permitía el consumo de líquidos a través de una pajita, pero los labios debían permanecer unidos en un abrazo inquebrantable.
La historia de este récord comienza en marzo de 1998, cuando Mark y Roberta Griswold, de Michigan (EE.UU.), se besaron ininterrumpidamente durante 29 horas en el "Desafío del beso más largo de Breath Savers", celebrado en Nueva York, ganaron un viaje de una semana a París. Las parejas participantes se clasificaron ganando concursos regionales de besos que se celebraron por todo Estados Unidos.
Por otro lado, en febrero de 2012, la única pareja gay que ostenta este récord, Nonthawat Charoenkaesornsin y Thanakorn Sitthiamthong, se besaron durante 50 horas y 25 minutos en un evento organizado en Tailandia. Fueron premiados con dos anillos de diamantes; 100.000 baht; y un cheque regalo para un hotel de cinco estrellas en Phuket.
El récord que desafió todas las expectativas fue establecido por la pareja tailandesa Ekkachai y Laksana Tiranarat en 2013. Durante dos días completos, desafiaron el cansancio y la fatiga, demostrando al mundo el poder del amor y la dedicación.
Pero incluso la grandeza tiene sus límites. Con el tiempo, la competición se volvió demasiado peligrosa. La privación de sueño y los riesgos asociados llevaron a la clausura del evento y su reemplazo por un maratón de besos más manejable.
De acuerdo con Guinness World Records, los casos de participantes que sufrieron consecuencias físicas durante los intentos anteriores no podían ignorarse, por el cual tomaron las ya mencionadas medidas.
Desde la casi inconsciencia hasta los calambres musculares y el desmayo, los riesgos eran reales y no podían pasarse por alto. Incluso se han registrado casos de concursantes que requirieron tratamiento médico después de alcanzar el récord.
El origen del beso
La historia detrás de este evento extraordinario se remonta a los orígenes del beso mismo. Según la Real Academia Española, besar es un acto que implica tocar u oprimir con los labios como expresión de amor, deseo o reverencia.
Algunas teorías sugieren que este gesto se remonta a tiempos antiguos, cuando las madres alimentaban a sus crías masticando los alimentos antes de pasarlos a sus bocas, un acto que evolucionó hacia una demostración de afecto entre los seres humanos.
En la actualidad, besarse en la boca es una manera de expresarse amor y un profundo afecto, una simple acción que es capaz de transmitir muchas emociones a la vez y, como ya lo hemos mencionado, pueden batir un récord mundial.
Pero los besos no solo son motivo de hazañas extremas. También están llenos de curiosidades que quizá no conocías.
1. Quema calorías: Besar no solo fortalece el sistema inmunológico, sino que también quema calorías, hasta cien por minuto, dependiendo de la intensidad.
2. Prohibido en algunos lugares: Aunque es un gesto natural, en lugares como Dubái, Malasia o León, Guanajuato, besar en público está prohibido. En este último caso, fue en el año 2009 cuando se estableció que besarse en público sería castigado con sanciones económicas.
3. Un músculo predominante: El orbicular de los labios es el músculo más activo durante un beso, permitiendo el fruncimiento de los labios.
4. Reducción del estrés: Besar libera endorfinas y otras hormonas que ayudan a reducir la ansiedad y el estrés.
5. El primer beso es inolvidable: La mayoría de las personas recuerdan su primer beso como un momento único e irrepetible.