Una vez que el invierno llega, la sensación de frío incrementa de manera constante conforme nos adentramos en esta complicada estación, esta sensación gélida invade nuestro cuerpo indiscriminadamente, teniendo que buscar la manera de permanecer cálidos ante las bajas temperaturas.
Precisamente durante los meses de invierno, una de las zonas de nuestro cuerpo en las que más comúnmente sentimos frío, son nuestros pies, de hecho, algunas personas no logran entrar en calor pues nunca dejan de sentir esa constante sensación de frío en los pies.
Pero, ¿esto porque ocurre?, ¿porque nunca sentimos nuestros pies cálidos durante una noche de frío?, bueno, existen varios factores fisiológicos y ambientales, los cuales trataremos de resumirlos y presentarlos a continuación.
Menor Circulación Sanguínea
En climas fríos, el cuerpo prioriza mantener caliente los órganos vitales, como el corazón y los pulmones, reduciendo la circulación sanguínea en las extremidades, incluyendo los pies. Esta disminución en la circulación puede hacer que los pies se sientan fríos.
Piel Más Delgada
La piel en los pies tiende a ser más delgada en comparación con otras partes del cuerpo. Esta menor capa de protección hace que los pies sean más susceptibles al frío y pierdan calor más rápidamente.
Aislamiento Insuficiente
El calzado inadecuado o la falta de aislamiento en los zapatos pueden permitir que el frío penetre más fácilmente, enfriando los pies. La ausencia de calcetines o el uso de calcetines delgados también contribuyen a esta sensación de frío.
Exposición a Superficies Frías
Caminar sobre pisos fríos o superficies heladas sin protección adecuada puede enfriar rápidamente la planta de los pies, lo que contribuye a la sensación de frío.
Mal Hábito de Postura
Mantener los pies elevados o cruzar las piernas durante largos períodos puede reducir la circulación sanguínea hacia los pies, provocando que se sientan más fríos.