El SS United States, reconocido por su velocidad, se convertirá en un inmenso arrecife artificial al hundirse frente a las costas de Destin-Fort Walton Beach, en Florida.
Este transatlántico, que fue un ícono de la tecnología naval estadounidense, será clave en la preservación de la biodiversidad marina. El objetivo de este proyecto es proporcionar un refugio para diversas especies acuáticas, dado el declive de los arrecifes de coral naturales.
Este buque insignia, inaugurado en 1952 y que aún ostenta el récord de velocidad transatlántica, fue un favorito de celebridades y dignatarios durante su época de esplendor.
No obstante, tras ser retirado de servicio en 1969 y quedar anclado en Filadelfia, los costos de mantenimiento impidieron su restauración y conservación.
Tras años de complicaciones legales y financieras, el barco será adquirido por el condado de Okaloosa, en Florida, por un valor cercano a los 10 millones de dólares.
Una vez que el transatlántico de 304 metros de longitud sea trasladado, limpiado y finalmente hundido, ofrecerá una compleja estructura que servirá de refugio a corales, peces y otras especies submarinas.