Hoy amantes de la repostería y aficionados al buen pan celebran el Día del Croissant, rindiendo homenaje a esta deliciosa obra maestra de la pastelería. Este día conmemora el origen de uno de los bocados más queridos en todo el mundo.
México no es la excepción, pues este exquisito acompañante del café ha conquistado cientos de paladares. Hoy en día, panaderías y cafeterías ofrecen no solo el croissant tradicional, sino que adaptan la receta a los ingredientes y gusto de los paladares locales.
¿Un origen bélico?
En el mundo de la pastelería, el Croissant no solo es un deleite para el paladar, sino que también tiene sus raíces entrelazadas con un capítulo bélico que marcó la historia. La historia del Croissant se teje en las tramas de Viena, Austria, durante el asedio otomano en 1683.
Durante aquel conflicto, la ciudad estaba bajo la amenaza de las fuerzas otomanas. Según la leyenda, los panaderos vieneses, alertados por ruidos subterráneos que indicaban la invasión, desempeñaron un papel crucial al advertir a las tropas vienesas.
Como expresión de gratitud, se dice que los panaderos crearon el Croissant, modelándolo en la forma de la media luna presente en la bandera otomana.
Influencia en la panadería
Desde entonces, el Croissant ha conquistado el mundo de la panadería con su textura hojaldrada y su sabor inconfundible. Su popularidad se ha expandido más allá de las fronteras vienesas, convirtiéndose en un elemento básico en pastelerías de todo el globo.
Forma y simbolismo: La forma de media luna del Croissant no solo es un homenaje a la victoria vienesa, sino que también simboliza la luz que vence a la oscuridad.
Técnica de elaboración: La magia detrás de la textura aireada y hojaldrada del Croissant radica en su técnica de preparación, que implica capas sucesivas de mantequilla y masa.
Acompañamiento perfecto: Además de ser un placer en solitario, el Croissant se ha convertido en un acompañamiento perfecto para café, siendo la opción predilecta en desayunos y meriendas elegantes.