Una de las cosas más ricas de las taquerías es su guacamole. No importa cuántas veces te sirvas, la salsita siempre sabrá cómo recién hecha aún cuando sabemos bien que el aguacate tiende a oxidarse después de un tiempo ¿Te has preguntado por qué?
Nada más y nada menos que el secreto mejor guardado de los taqueros, la rica salsa de guacamole… ¡Que no contiene aguacate en absoluto!
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Son una gran cantidad de videos en redes sociales los que comparten la receta que rompería el corazón de los amantes del guacamole, quienes jamás se imaginaron que en las taquerías no se utilizaba aguacate en su preparación, así lo señala la blogger de cocina Alejandra de Nava, quien popularizó la receta del “falso guacamole”.
Por imposible que parezca, el aguacate es sustituido por otros ingredientes, esto con el fin de optimizar los costos y no depender de la alta demanda de este alimento. Pero descuida, su textura y sabor son prácticamente idénticos al guacamole común, tanto que seguramente ya lo has probado antes sin siquiera notarlo.
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A continuación te enseñamos cómo preparar el llamado "falso guacamole", perfecto si tienes antojito de una carnita asada y quieres reducir los costos un poco.
Para la preparación de esta maravillosa receta vas a necesitar:
• 2 calabacitas partidas en trozos.
• 6 tomatillos o tomates verdes.
• 2 chiles jalapeños cortados a la mitad.
• 2 dientes de ajo.
• Una cucharadita de sal.
• Unas ramitas de cilantro.
Primero, se cocina el tomatillo y los trozos de calabaza en una olla con agua, la suficiente para que logre cubrir los alimentos, déjalos hervir a fuego alto durante aproximadamente 5 minutos o hasta que el tomatillo tenga un color más oscuro. Posteriormente se retiran del agua y se dejan enfriar.
En una sartén con aceite vegetal se ponen a dorar los chiles jalapeños a fuego medio. Una vez dorados ambos lados se reservan los chiles junto con el aceite para dejarlos enfriar.
Por último, en la licuadora se coloca la calabacita, el tomatillo, los dientes de ajo, la cucharadita de sal, las ranuras de cilantro, y el chile junto con el aceite, todo se licúa muy bien hasta integrar por completo.
Este último paso puede ser algo difícil, puesto que para que la salsa obtenga esa consistencia del guacamole no se le agrega ningún líquido.
¡Listo! Ni siquiera notarás que no tiene aguacate, ideal para botanear o acompañar infinidad de platillos.