Hace 32 años, el señor Marcelino González emprendió un negocio propio de venta de burritos, hamburguesas y quesadillas, en la lonchería “Gely” que funcionaba en una unidad móvil en la que recorría empresas locales.
Así lo platicó Angélica González Martínez, hija de Don Marcelino, quien actualmente está al frente de la lonchería que inició su papá hace poco más de tres décadas y que ahora opera en un local establecido.
Fue en 1956 cuando Marcelino llegó a San Luis Río Colorado, de la mano de sus padres, procedentes de Santana, Sonora, en busca de mejores oportunidades de vida y las encontraron.
SE QUEDÓ AL FRENTE DEL NEGOCIO
Cuando Marcelino empezó con esta empresa, sus principales clientes eran los empleados de estaciones de gasolina y trabajadores de la construcción que a diario disfrutaban de los burritos de guisado y de otros platillos que preparaba con la ayuda de su esposa, la señora Elodia Martínez.
A los 20 años de edad, Angélica se involucró en el negocio de su papá y tiempo después obtuvo contratos para manejar los comedores de empresas maquiladoras, poniendo en práctica las recetas y la sazón que Don Marcelino tenía a la hora de cocinar.
Hace 10 años, Marcelino dejó el trabajo de la lonchería móvil, entregando las riendas del negocio a su hija Angélica, quien tomó la decisión de establecerse en un local fijo para brindar una mejor atención a la clientela y ampliar el menú.
EMPEZÓ CON 3 EMPLEADOS, AHORA SON 13
Desde que la Lonchería “Gely” se localiza sobre la calle 26 entre avenida y callejón Guadalupe Victoria, se sirven gran variedad de desayunos como hot-cakes, chilaquiles, burritos, chiles rellenos, huevos al gusto y otros que son acompañados de tortillas de harina o maíz recién hechas.
Angélica comentó que cuando se estableció trabajaban solo 3 personas en la lonchería y en la actualidad tiene 13 empleados, la mayoría son familiares, además la auxilian en algunas labores sus hijos Angélica, Ángel, Ana y Abigail, así como su esposo Joel.
Para la propietaria es satisfactorio ser la cabeza de un negocio exitoso con el cual ha sacado adelante a su familia.
Considera que es un trabajo que requiere de mucha dedicación, es muy esclavizado, pero a pesar de eso lo disfruta porque le gusta cocinar y el trato que tiene con tanta gente que llega a diario a la lonchería atraídos por el sabor de los platillos que “Gely” cocina con amor.
“Soy la única que no descansa. Los empleados tienen un día para no venir, pero yo no. Pero no me quejo porque me gusta lo que hago, disfruto mi trabajo en el cual gracias a Dios me ha ido bien”, dijo Angélica González.
“Aquí viene gente de toda. Por ejemplo, entre semana nos visitan muchos trabajadores y los fines de semana son más las familias que vienen a desayunar”, resaltó Angélica González.