Durante más de 30 años, el modelo PC-7 fue fundamental en las operaciones de la FAM, con 88 unidades en servicio. Sin embargo, el desgaste acumulado por su uso intenso y la aparición de aviones más modernos llevaron a su retiro. Para reemplazarlo, la FAM evaluó varias opciones y eligió el T-6C Texan II, que rápidamente se convirtió en su avión principal.
En 2012, México recibió las primeras seis unidades del T-6C y pronto realizó una compra adicional de 42 unidades. Con estos aviones, la FAM reforzó el entrenamiento, la vigilancia y la seguridad aérea en diversas misiones, como patrullajes y reconocimientos.
Además, México obtuvo sin costo extra un simulador de vuelo para el T-6C y tres aviones King Air 350i, aumentando las capacidades de transporte y evacuación médica de la Fuerza Aérea.
Hasta 2017, la FAM había adquirido 60 unidades del T-6C, permitiendo que los pilotos mexicanos tengan un entrenamiento más avanzado. Este avión es un paso ideal para quienes aspiran a pilotear aeronaves más complejas, como los cazas F-16 y F-18, y es usado en la formación de pilotos en otros países de la OTAN como el Reino Unido y Canadá.
La Secretaría de la Defensa Nacional informó que, entre 2012 y 2017, los T-6C Texan II acumularon más de 10,000 horas de vuelo. México ha sido un socio clave para Beechcraft, no solo por operar más de 70 unidades, sino también porque, desde 2007, la empresa cuenta con una planta en Chihuahua que emplea a más de 1,000 personas para ensamblar partes de sus aviones.