El Día de Muertos es una fecha especial y llena de celebración para las familias mexicanas. En ella, millones de personas preparan en casa la visita de sus seres que partieron de este mundo, colocando un altar con flores de cempasúchil, velas y otros elementos para recibir a sus muertos.
Si bien el día que más atención recibe durante estas fechas de Día de Muertos es el 2 de noviembre, no se debe olvidar que en el primero de noviembre se acostumbra honrar a los niños fallecidos, pues se cree que en este día sus almas regresan al mundo de los vivos para encontrarse con sus familiares.
¿Qué se coloca para los “angelitos”?
De este modo, los mexicanos inician con la colocación de la ofrenda en sus hogares, todo adaptado a una escala pequeña para recibir a los “muertos chiquitos”. En él se pueden distribuir elementos como dulces, juguetes, fotografías y zapatos pequeños, además de los básicos de un altar.
¿Qué se acostumbra hacer en esta fecha?
Como parte de la rutina de homenaje, los mexicanos se suelen juntar alrededor de la ofrenda para compartir recuerdos y contar historias que demuestren el apego que tenían con el ser, aumentando así su conexión.
En algunas comunidades, además, se acostumbra realizar misas, procesiones y actividades culturales para mantener viva la memoria de los que partieron.
Este día donde se conmemora a los “angelitos”, sirve como fecha de inicio para empezar a adornar la casa con las ofrendas. Pero después de honrar a los fallecidos más jóvenes, el altar no se retira, sino que se amplía para dar espacio a los “muertos grandes”. Aun así, el 1 de noviembre representa una fecha especial para recordar a las almas más jóvenes.