Para seguir con las acciones del cuidado y preservación de la flora y fauna en la zona desértica, los miembros de Pronatura Noroeste solicitan de la colaboración económica de la sociedad.
Actualmente se requiere la cooperación de las personas para construir un jardín y proteger los ciclos naturales de las plantas nativas en donde intervienen los polinizadores en el Sitio de Restauración Miguel Alemán que se localiza en el valle de Mexicali, Baja California.
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La meta es reunir 3 mil 500 dólares, por lo que cada participante puede donar hasta 50 dólares y “GlobalGiving” sumará el 50% de lo que se recabe en la campaña LittleByLittle.
En la promoción de esta campaña se indica que cuidar de los polinizadores y del Delta del Río Colorado requiere que apliquemos ciencia, cariño y esfuerzo todos los días.
Por lo anterior, Pronatura Noroeste agradece el apoyo que la gente brinda a este trabajo, a través de una contribución recurrente mensual, tomando en cuenta que GlobalGiving sumará el 100% al cuarto mes de cada aportación. Los interesados en donar deben ingresar a la página de internet: https://www.pronatura-noroeste.org/.
QUÉ ES UN JARDÍN DE POLINIZADORES
La flora, la fauna y los ecosistemas dependen de los polinizadores. Los 420 acres del Sitio de Restauración Miguel Alemán se han transformado de tierras áridas a arboledas de especies nativas.
Entonces, el cuidado de los polinizadores en la zona amplía el impacto de la iniciativa de restauración y ayuda a recuperar el ecosistema, fortaleciendo los ciclos naturales ya que estos son espacios que brindan alimento, refugio, agua y hábitat para los polinizadores, lo cual juega un papel muy importante en la reproducción de las plantas.
El Jardín de los polinizadores ofrecerá refugio y alimento a los polinizadores que dependen del néctar de las flores y el polen. Estos beneficiarán la propagación de la flora nativa, ayudando a fortalecer sus ciclos y protegiendo su función ecológica.
Además, el proyecto atraerá al menos a 1 mil 500 personas al año para visitar y participar en prácticas de campo y talleres de educación ambiental; los voluntarios y visitantes reconocerán los servicios de los ecosistemas y protegerán la naturaleza al reconectarse con ella.
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