Con el fin de tomar conciencia sobre la cantidad de basura generada por el uso de bolsas de plástico y fomentar su consumo de manera responsable, se estableció el 3 de julio como el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico.
En el marco de esta fecha, Pronatura Noroeste a través de redes sociales señala que una bolsa de plástico impacta al medio ambiente ya que una sola tiene un efecto directo en el entorno, principalmente con algunas especies de tortugas marinas que podrían tragarla al confundirla con medusas, las cuales forman parte de su dieta regular.
En este sentido y en el marco del Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, Pronatura Noroeste promueve un curso gratuito en el que se brinda orientación de cómo evitar que los plásticos entren al medio marino. Para registrarse se debe ingresar a: https://pronatura-noroeste.org/cursos/cursos/por-un-mar-libre-de-plasticos/.
Pronatura Noroeste informó que una de las principales problemáticas acerca del uso de los plásticos es la forma en la que son desechados después de su uso y el tiempo que éstos tardan en descomponerse en la naturaleza, causando un problema de contaminación de importancia mundial.
En lugares donde casi no llega el hombre se pueden encontrar residuos de materiales que alguna vez fueron utilizados por el ser humano. Gran parte de estos residuos son plásticos.
Algunos de los ecosistemas que más se ven afectados por este tipo de contaminación son los mares y los océanos.
Afectaciones del plástico
La contaminación por plásticos tiene impactos negativos en los diferentes ecosistemas donde llega y perdura por una cantidad de tiempo superior al periodo de utilidad que brindaron dichos productos. Estos plásticos son fragmentados por la acción mecánica del viento, las olas o por la acción química de la degradación de sus materiales frente a la exposición a los rayos ultravioletas, produciendo microplásticos que afectan a miles de especies, desde el plancton hasta la ballena azul, el animal más grande del planeta.
La mayor parte de los plásticos que contaminan los océanos poseen un diámetro menor a 5 milímetros, por lo que se les conoce como microplásticos. Debido a su pequeño tamaño pueden ser transportados fácilmente por las corrientes y llegar a todas las costas del planeta, a los polos y hasta a las zonas más profundas del océano.
Por esta razón, también representan un gran peligro para la fauna marina, que puede confundirlos con su alimento regular e ingerirlos, causando afectaciones a su salud e incluso provocando su muerte.
En el caso de los ambientes terrestres, se ha documentado que los microplásticos presentes en los suelos generan problemas para las lombrices, disminuyendo su tiempo de vida y haciéndolas perder el 3% de su peso corporal cuando son expuestas a materiales como el polietileno de alta densidad (HDPE, plástico tipo 2), usado en envases y algunas bolsas.
Estudios demuestran que una de cada tres tortugas mueren a causa del consumo de plástico y que el punto de inflexión se encuentra cuando las tortugas consumen más de 14 piezas plásticas, ahí los contaminantes tóxicos aumentan la tasa de mortalidad hasta el 50% de la población en las tortugas. Otras especies amenazadas y emblemáticas del turismo en México como el Tiburón Ballena (Rhincodon typus) se encuentran expuestas a la contaminación por plástico debido a sus métodos de alimentación por filtración, algunos aditivos plásticos como el polibromodifenil éter (PBDE) ha sido identificado en muestras de piel de esta especie en el Golfo de California.
Sobre las bolsas de plástico
De acuerdo a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en los 70 's las bolsas de plástico comenzaron a popularizarse, se entregaban de forma gratuita en establecimientos comerciales y de autoservicio.
Al no tener otra función más que transportar los productos a nuestro hogar, pronto comenzaron a ser desechadas en grandes cantidades, provocando que muchas de estas terminen en el mar, lo que causa afectaciones a diversas especies de vida silvestre a través de la cadena trófica.
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Otro problema de estos productos es el tiempo que tardan en degradarse, ya que son fabricadas con polímeros derivados del petróleo y aunque depende de las condiciones en las que hayan sido elaboradas y los factores en las que se encuentren expuestas, su degradación puede tardar años.