Desciende población de vaquita marina por pesca furtiva en el Alto Golfo

Las acciones de las autoridades se diluyen entre las redes que explotan especies como la totoaba, también protegida

Reyna Gámez / El Sol de Hermosillo

  · lunes 19 de julio de 2021

Lo importante es la preservación y conservación de la especie en aguas del Golfo de Baja California./Cortesía | Profepa

La captura y muerte incidental de las vaquitas marinas en redes agalleras utilizadas para la extracción ilegal de totoaba, ha llevado a ser considerada una de las especies en mayor peligro de extinción.

Entérate: Polígono de protección de la vaquita no desaparece: Martha Román

Pese a que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) no cuenta con un dato preciso y oficial, desde el 2018, maneja que existen menos de 22 ejemplares de vaquitas marinas.

Mientras, después de revisar datos de los avistamientos en el Alto Golfo de California entre el 2019 y 2020, el Comité Científico de la Comisión Ballenera Intercontinental informó este año que la población de la vaquita marina descendió a diez ejemplares, incluidas tres crías.

Aun cuando no exista un número oficial, se sabe que ha descendido drásticamente durante los últimos 24 años, ya que en 1997 la Profepa informó que después de registrar avistamientos por zonas delimitadas en la zona del Norte del Golfo de California se pudo contabilizar 567 ejemplares.

Cifra que disminuyó más de 50% en tan solo 10 años, donde en el 2008 se tuvo registro de únicamente 245 vaquitas.

Lo mismo sucedió en el 2014, cuando se contabilizaron solo 100 cetáceos de este tipo, mientras en el 2017 únicamente hubo 30 avistamientos que se concentran en la costa de San Felipe, Baja California, así como en el Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco, Sonora.

A decir de la Profepa, la vaquita marina es extremadamente difícil de estudiar, aún en las mejores condiciones ambientales se dificulta su detección, esto obedece a varias razones, entre éstas: La talla pequeña del animal, el comportamiento discreto al salir a la superficie a respirar, sus tiempos de inmersión relativamente largos y la turbidez del agua de la zona en la que habita.

Pero contarla no es todo, sino lo importante es la preservación y conservación de la especie en aguas del Golfo de Baja California.


Los esfuerzos de protección han sido diversos, pero con pocos resultados / CORTESÍA | PROFEPA SONORA


La problemática se vuelve aún más grande por diversos factores entre los que destacan el alto valor económico que se le da a la vejiga natatoria de la totoaba en el mercado asiático, que al intentar la captura, las vaquitas marinas que se encuentran en la misma zona quedan en las redes de cazadores furtivos y mueren.

Esto sumado a que el gobierno federal no ha podido prohibir la pesca en el área, ya que es una de las principales actividades económicas de la región.

Por lo que en el 2020 se decretó el “Área de Tolerancia Cero”; 225 kilómetros cuadrados al interior del polígono del refugio de la vaquita marina donde el principal objetivo será la protección de la especie.

La idea es fortalecer las acciones de vigilancia e inspección en el Norte del Golfo de California, así como prevenir e inhibir el tráfico ilegal de productos de totoaba y sus derivados, por ello realizan visitas de inspección a lugares y embarcaciones donde pudieran ejercerse actos ilegales de pesca de totoaba.

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CONSERVACIÓN


La Profepa cuenta con dos bases de operación en la Zona del Alto Golfo de California, una en San Felipe, Baja California y otra en Puerto Peñasco, Sonora, donde se ubican de manera permanente de 8 a 15 inspectores, quienes realizan recorridos marítimos, terrestres, verificación de puntos de observación y control y revisión de embarcaciones en zonas de embarque y desembarque.

En coordinación con Semar, Conapesca, Conanp, Guardia Nacional y la Sedena, se llevan a cabo recorridos terrestres aleatorios, por caminos, veredas, campos pesqueros y playas, con el objeto de detectar pescadores ilegales, así como la posesión y transporte de productos pesqueros en categoría de riesgo.

Periódicamente se establecen campamentos móviles de vigilancia en la línea de costa, principalmente en la zona cercana al nuevo polígono denominado Zona de Tolerancia Cero, lo que ha incidido en la recuperación de cadáveres de totoaba y redes abandonadas en zonas de playa.


Desde la reconversión pesquera hasta la veda del mar son algunas de las acciones para proteger al cetáceo más pequeño emprendidas por los gobiernos/ Cortesía | PROFEPA Sonora


También, se llevan a cabo revisiones de embarcaciones de manera aleatoria en sitios de embarque y desembarque, verificando con ello que éstas cuenten con su documentación pesquera en regla, que no porten artes de pesca no permitidos y que no posean o transporten especies marinas en riesgo.

En coordinación con la Semar y Conanp, se aplica el Programa de retiro de redes abandonadas o fantasma en el Alto Golfo de California y especialmente en el polígono de refugio de la vaquita marina.

Se mantiene un despliegue móvil de embarcaciones, vehículos y personal a las zonas donde se desplace la totoaba, sin dejar de vigilar el área de refugio de la vaquita marina.

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