En un mundo donde el amor es un motor que impulsa y conmueve, también existen relaciones que nunca llegan a florecer completamente. Este 16 de febrero, se conmemora el "Día de los Amores Imposibles", y aquí te decimos cómo surgió.
Para muchos, este día es más que una simple efeméride; es un momento de introspección y aceptación, donde podemos reconciliarnos con nuestros propios deseos, pues en distintas etapas de la vida muchos nos hemos enfrentado a la desilusión y desamor.
En la resaca del fervor romántico del Día de San Valentín, este día es un recordatorio de la otra cara del amor, aquella marcada por la ausencia de reciprocidad y la inevitable sensación de pérdida cuando nuestras expectativas no se cumplen.
¿Cómo se originó el día del “Crush”?
El "Día del Crush" o "Día de los Amores Imposibles" se originó de la tendencia virtual y el consenso social, especialmente en las redes sociales, como un día para reflexionar sobre aquellos vínculos o esos “casi algo” que marcaron nuestras vidas.
Pese a que no se trata de un día oficial, usuarios en redes han compartido sus experiencias con el llamado “amor de cachorro", ese enamoramiento que a menudo se siente durante la niñez y la adolescencia temprana.
Especialmente durante la adolescencia, es común enamorarse y experimentar el deseo de estar con alguien. Sin embargo, no siempre estas conexiones encuentran reciprocidad, lo que puede resultar en una experiencia amarga y dolorosa.
Amor Platónico
El amor platónico, un concepto que ha perdurado a lo largo de los siglos, se refiere a un tipo de amor idealizado y no consumado, caracterizado por una devoción profunda y desinteresada hacia una persona inalcanzable.
Este término encuentra sus raíces en los diálogos filosóficos de Platón, el antiguo filósofo griego, quien describió el amor como un anhelo de alcanzar la belleza y la perfección espiritual a través de la contemplación de formas ideales.
En su obra "El Banquete", Platón presenta el mito del andrógino, donde los seres humanos eran originalmente esféricos y completos, pero fueron divididos en dos por los dioses, y desde entonces, buscan desesperadamente su "otra mitad" para lograr la plenitud.