Los payasos son una figura icónica en el mundo del entretenimiento, conocidos por su maquillaje exagerado, vestimenta extravagante y humor absurdo.
Aún y con su evolución a lo largo de la historia, su objetivo principal sigue siendo el mismo: hacer reír a las personas y proporcionar un escape alegre de la vida cotidiana.
A pesar de la popularidad de los payasos, su imagen a veces se ha visto empañada por estereotipos negativos y miedos infundados, lo que ha llevado a discusiones sobre el papel y la percepción de los payasos en la sociedad moderna.
Su origen se remonta a la antigüedad, y su evolución a lo largo de la historia ha dado lugar a diversas tradiciones y tipos de payasos.
Antigüedad
Los payasos tienen raíces antiguas que se remontan a las civilizaciones griega y romana. Los bufones y mimos eran actores cómicos en la antigua Grecia y Roma, conocidos por su habilidad para hacer reír a las audiencias con acrobacias, sátira y comedia física.
Comedia del arte
En la Italia del Renacimiento, surgieron los "commedia dell'arte", una forma de teatro improvisado que presentaba personajes estereotipados, incluyendo a Arlequín, Pantaleón y Pierrot. Estos personajes influyeron en la creación de los payasos modernos.
Payasos en el circo
En el siglo XVIII, los payasos se incorporaron a los circos, donde su estilo cómico y habilidades circenses se volvieron una atracción popular.
Payasos contemporáneos
En el siglo XIX, la figura del payaso evolucionó aún más con la llegada de los payasos Augusto y los payasos blancos. El payaso Augusto es el tonto ingenuo con vestimenta extravagante, mientras que el payaso blanco es el personaje serio que intenta mantener el orden, creando una dinámica cómica.
Circo moderno y el cine
Los payasos continuaron siendo una parte esencial del circo durante el siglo XX. Además, películas y programas de televisión popularizaron la imagen del payaso, como "Bozo el payaso" o "Krusty el payaso" en "Los Simpson", igualmente la llegada del payaso al cine ha transformado la percepción que se les tiene, llegando a ser considerados como un elemento popular para el terror.