Es gracias a diversas películas de ciencia ficción arraigadas en la cultura popular que surge nuestra idea de cómo es la experiencia de una misión espacial, incluída la comida. La mayoría de nosotros imagina tubos o sobres con alimento comprimido, pero la realidad es completamente distinta.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), tiene un departamento de ingeniería en alimentos cuyo propósito es brindar a los astronautas comida espacial, y fue un mexicano el que realizó un importante aporte a su tarea.
Rodolfo Neri Vela, destacado ingeniero y científico mexicano nacido el 19 de febrero de 1952 en Chilpancingo, Guerrero, no solo se convirtió en el primer mexicano en viajar al espacio, pues en su misión en 1985, consiguió llevar tortillas al espacio exterior.
Su misión, la STS-61-B del transbordador espacial Atlantis, lanzada el 26 de noviembre de 1985 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, tenía como tarea poner tres satélites en órbita.
El mexicano facilitó un poco la tarea de seleccionar alimentos que se adecuaran a las normas del viaje espacial. "Un mexicano no se puede ir al espacio sin sus tortillas", declaró.
Lo que nadie se imaginaba era que este alimento terminaría por formar parte del menú espacial, pues además de ser considerado uno de los mejores platillos a nivel mundial, la tortilla cuenta con varias características que lo vuelven un óptimo ingrediente.
Ricas y nutritivas
Las tortillas formaron una parte crucial en la alimentación de la tripulación espacial debido a que tanto el maíz como el amaranto, cacao y frijol aportan una gran cantidad de nutrientes esenciales, necesarios para mantener la salud y el rendimiento físico y mental de los astronautas durante las exigentes misiones espaciales.
Además, las tortillas son una fuente de energía sostenible, ya que poseen un bajo número de calorías, lo que permite a los astronautas mantener una dieta equilibrada sin exceder sus requerimientos calóricos en el espacio, donde el metabolismo puede cambiar debido a la ingravidez.
Pero esta no es la única razón que hace a las tortillas tan efectivas en el espacio. Su propiedad de no producir migajas es de vital importancia. En un entorno de gravedad cero, cualquier resto de comida que se desprenda puede convertirse en un riesgo, flotando y potencialmente obstruyendo o dañando los delicados sistemas de la nave.
La capacidad de las tortillas para mantenerse intactas y no generar migajas garantiza la seguridad y la integridad de los equipos a bordo, como los sistemas de filtración de aire y los sistemas de suministro de oxígeno, contribuyendo así al éxito de la misión espacial.
Es importante destacar que las tortillas espaciales no son iguales que las terrestres: están hechas con harina alta en proteínas y contienen conservadores que les permiten durar hasta 18 meses en órbita.
Este ingenioso diseño asegura que los astronautas puedan disfrutar de este elemento básico de la cocina mexicana incluso en las condiciones más extremas del espacio.
¿Qué otros alimentos viajan al espacio?
De acuerdo con la NASA, los astronautas disfrutan de tres comidas al día, y es labor de los nutricionistas supervisar el equilibrio entre vitaminas y minerales de cada alimento.
Un astronauta puede elegir entre muchos tipos de alimentos como frutas, frutos secos, mantequilla de cacahuete, pollo, ternera, marisco, dulces, brownies, entre otros.
Así mismo, la NASA destaca que las bebidas disponibles incluyen café, té, zumo de naranja, ponches de frutas y limonada.