A sus 66 años de edad, el hoy instructor de físicoculturismo Gilberto Torres Peralta, de oficio también farmacéutico, tiene ya más de cuatro décadas de dedicarse de lleno a la dura disciplina de “las pesas” de este sacrificado, pero también placentero deporte.
Cuenta con múltiples reconocimientos, desde sus primeros diplomas, sus medallas de oro, siempre destacando entre los tres primeros, aunque confiesa que “no siempre se gana, tengo constancias hasta de sextos lugares”.
También cuenta con premios a nivel estatal, a nivel nacional, e internacionales, hasta sus trofeos, como los premios Azteca.
Gilberto “el Tasmania Salvaje” practica desde 1981, tiene también una participación con selección mexicana dentro de un Panamericano que se realizó en el 2000 en la ciudad de Chicago, Illinois.
Has estado en participaciones estatales como el de Torreón, México, en Sonora muchas veces, “pero por la cercanía geográfica, nos vamos a Mexicali, Baja California, a Tijuana, y varias veces en gira de competencia estatal a Hermosillo”.
Torneo en Huatabampo llevó su nombre
Cuenta además de un evento que se realizó en Huatabampo, Sonora el cual llevó su nombre, donde fue objeto de un reconocimiento por su larga trayectoria.
Allí participó en el “levantamiento de poder”, que consiste en tres categorías: Sentadilla, Press de Banco y Peso Muerto, un solo ejercicio de cada uno, y se acumulan los pesos más altos, donde obtuvo un trofeo más.
Por hoy, señala Gilberto, “el gimnasio lo abrí para darle oportunidad a quienes quieran practicarlo, niños, niñas, adolescentes, y adultos, de todas las edades pueden venir aquí. Nos encontramos por la avenida Revolución y calle 43”.
El atleta trabajó mucho tiempo en otros gimnasios, comenzó a comprar de poco a poco equipo de ejercicio, luego de que cerraron el último en que estuvo como instructor.
En 2004 ganó en el Arnold Classic, ha sido tres veces tercer lugar en el tradicional evento que se realiza cada año, el Mr. Sonora.
Se inició con uno de los pioneros del arte del físicoculturismo o físico constructivismo con Sergio Esquivel que tuvo uno de los primeros gimnasios por el callejón Juárez y 11, quien también fue el primero que lo motivó fue su tío, que fue el primero que le regaló unas pesas. Fue en el 2006 su última participación en una competencia oficial, luego de los Panamericanos de Chicago con la selección nacional.
En la parte familiar, ésta está compuesta por su esposa Rosa María Cosío, hijos Damir de 38 años, y su hija Mitair 34. Quien practica con él es su hijo mayor, ya que trabaja en policía preventiva, auxiliar privada.