/ domingo 10 de septiembre de 2017

Con doblete de Romero, América gana de local

Los Tiburones propusieron poco en el Azteca

Abucheado otras noches por su propia parcialidad, sin encontrarse con el gol y hasta con un penalti fallado, el torneo no había sido fácil hasta anoche para Silvio Romero, quien finalmente desahogó toda esa carga con dos anotaciones y par de gritos que liberan la presión acumulada y que, de paso, se tradujeron en tres puntos que mantuvieron a las Águilas del América en el subliderato general, al volar 2-0 frente a Veracruz.

Los Tiburones propusieron poco en el Azteca. Tuvo una en los pies del “Keko” Villalva que Marchesín resolvió adecuadamente. Eso fue todo por parte de la visita, que volvió a mostrar una cara gris durante 90 minutos.

Las Águilas hicieron valer la localía y mostraron que la pausa por la Fecha FIFA no les afectó en lo mínimo. Esperan recuperar todavía algunas piezas y ya tienen en la mente el viaje a la frontera de la semana entrante.

 

EL JUEGO

Si hubiera que resumir en una palabra la manera en la que América saltó a la cancha, a diferencia de Veracruz, el término adecuado es decisión, ya que desde que rodó la pelota, los locales se volvieron dueños de las acciones y comenzaron a encimar a los escualos hasta llevarlos a su propio campo.

El ingreso de Diego Lainez como titular propició que Quintero tuviera un socio en media cancha con la misma ligereza y habilidad para moverse entre líneas y asociarse con sus delanteros, lo cual quedó reflejado en el amanecer del juego, cuando Silvio Romero fue habilitado en los linderos del área, rompió la línea defensiva para plantarse ante Melitón, pero antes, un recorte para eludir a un rival y entonces sí, definir frente al achique del portero y perforar la red. El grito de gol del “Chino” fue también de desahogo, ya que el certamen no le ha sido sencillo, pero esta vez logró justificar su presencia en el once.

La pronta anotación llenó de confianza a los de Miguel Herrera. Los ataques fueron insistentes y cuando se cantaba el segundo de la noche, el silbante avaló la posición adelantada señalada por su asistente, con lo que se perdió el festejo del tanto en la tribuna.

Las Águilas no cesaron en la intensidad. Darwin era el encargado de mover los hilos de su escuadra y repartir el juego con pases a espaldas de los zagueros, que más de una vez encontraron destinatario.

Las incorporaciones de medios y carrileros fueron constantes. William da Silva llegó por sorpresa para rematar de cabeza un centro de Paúl Aguilar que pasó apenas desviado. Posteriormente, Samudio sería asistido para ganar a velocidad a su marcador e intentar una vaselina que de no ser por la oportuna intervención del arquero Hernández, hubiera terminado en el fondo.

Pese a la desventaja, los Tiburones modificaron poco. El “Polaco” Menéndez peleó todas las que pudo en solitario, mientras que Luna y Villalva fueron bien marcados y poca preocupación crearon en sus rivales, por lo que las aspiraciones jarochas se cimentaron en el orden defensivo y contundencia a la contra que tuvieran.

Con la derrota parcial al descanso, los escualos salieron en el complemento consciente de su necesidad de alcanzar en el marcador. Adelantaron líneas y por poco empatan cuando la de gajos cruzó toda el área crema y llegó a “Keko” Villalva, quien sin marca tenía todo para la igualada, pero su tiro fue detenido por Marchesín.

Los espacios vinieron para un América que fue paciente y no dejó de buscar al frente. Los movimientos vinieron desde la banca y Cecilio Domínguez ingresó para refrescar la ofensiva, pero la noche tenía otro protagonista: Silvio Romero.

El argentino consiguió su doblete en un tiro de esquina en el que Bruno Valdez se levantó para rematar en primera instancia, y cuando la pelota parecía que saldría, el “Chino” se tendió de palomita para firmar su segunda diana de la noche.

Con un tiburón ya sin reacción, los cremas encontraron facilidades y el propio Silvio estuvo a nada del “hat-trick”, al ser asistido por Domínguez y quedar sin marca en el área chica, pero esta vez su definición sería errónea y la pelota pasó desviada. Ya en la agonía, la frustración roja se manifestó mediante una dura entrada de Kristian Álvarez sobre Darwin Quintero en el último rincón del campo, misma que ameritó roja directa y evitó que Veracruz terminara completo el partido.  El tiempo se cumplió en el cronómetro y no hubo más. América ganó tres puntos, pero se llevó a casa algo más que eso, obtuvo un tanque lleno de confianza para su centro delantero.

Abucheado otras noches por su propia parcialidad, sin encontrarse con el gol y hasta con un penalti fallado, el torneo no había sido fácil hasta anoche para Silvio Romero, quien finalmente desahogó toda esa carga con dos anotaciones y par de gritos que liberan la presión acumulada y que, de paso, se tradujeron en tres puntos que mantuvieron a las Águilas del América en el subliderato general, al volar 2-0 frente a Veracruz.

Los Tiburones propusieron poco en el Azteca. Tuvo una en los pies del “Keko” Villalva que Marchesín resolvió adecuadamente. Eso fue todo por parte de la visita, que volvió a mostrar una cara gris durante 90 minutos.

Las Águilas hicieron valer la localía y mostraron que la pausa por la Fecha FIFA no les afectó en lo mínimo. Esperan recuperar todavía algunas piezas y ya tienen en la mente el viaje a la frontera de la semana entrante.

 

EL JUEGO

Si hubiera que resumir en una palabra la manera en la que América saltó a la cancha, a diferencia de Veracruz, el término adecuado es decisión, ya que desde que rodó la pelota, los locales se volvieron dueños de las acciones y comenzaron a encimar a los escualos hasta llevarlos a su propio campo.

El ingreso de Diego Lainez como titular propició que Quintero tuviera un socio en media cancha con la misma ligereza y habilidad para moverse entre líneas y asociarse con sus delanteros, lo cual quedó reflejado en el amanecer del juego, cuando Silvio Romero fue habilitado en los linderos del área, rompió la línea defensiva para plantarse ante Melitón, pero antes, un recorte para eludir a un rival y entonces sí, definir frente al achique del portero y perforar la red. El grito de gol del “Chino” fue también de desahogo, ya que el certamen no le ha sido sencillo, pero esta vez logró justificar su presencia en el once.

La pronta anotación llenó de confianza a los de Miguel Herrera. Los ataques fueron insistentes y cuando se cantaba el segundo de la noche, el silbante avaló la posición adelantada señalada por su asistente, con lo que se perdió el festejo del tanto en la tribuna.

Las Águilas no cesaron en la intensidad. Darwin era el encargado de mover los hilos de su escuadra y repartir el juego con pases a espaldas de los zagueros, que más de una vez encontraron destinatario.

Las incorporaciones de medios y carrileros fueron constantes. William da Silva llegó por sorpresa para rematar de cabeza un centro de Paúl Aguilar que pasó apenas desviado. Posteriormente, Samudio sería asistido para ganar a velocidad a su marcador e intentar una vaselina que de no ser por la oportuna intervención del arquero Hernández, hubiera terminado en el fondo.

Pese a la desventaja, los Tiburones modificaron poco. El “Polaco” Menéndez peleó todas las que pudo en solitario, mientras que Luna y Villalva fueron bien marcados y poca preocupación crearon en sus rivales, por lo que las aspiraciones jarochas se cimentaron en el orden defensivo y contundencia a la contra que tuvieran.

Con la derrota parcial al descanso, los escualos salieron en el complemento consciente de su necesidad de alcanzar en el marcador. Adelantaron líneas y por poco empatan cuando la de gajos cruzó toda el área crema y llegó a “Keko” Villalva, quien sin marca tenía todo para la igualada, pero su tiro fue detenido por Marchesín.

Los espacios vinieron para un América que fue paciente y no dejó de buscar al frente. Los movimientos vinieron desde la banca y Cecilio Domínguez ingresó para refrescar la ofensiva, pero la noche tenía otro protagonista: Silvio Romero.

El argentino consiguió su doblete en un tiro de esquina en el que Bruno Valdez se levantó para rematar en primera instancia, y cuando la pelota parecía que saldría, el “Chino” se tendió de palomita para firmar su segunda diana de la noche.

Con un tiburón ya sin reacción, los cremas encontraron facilidades y el propio Silvio estuvo a nada del “hat-trick”, al ser asistido por Domínguez y quedar sin marca en el área chica, pero esta vez su definición sería errónea y la pelota pasó desviada. Ya en la agonía, la frustración roja se manifestó mediante una dura entrada de Kristian Álvarez sobre Darwin Quintero en el último rincón del campo, misma que ameritó roja directa y evitó que Veracruz terminara completo el partido.  El tiempo se cumplió en el cronómetro y no hubo más. América ganó tres puntos, pero se llevó a casa algo más que eso, obtuvo un tanque lleno de confianza para su centro delantero.

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