Las famosas señales de los umpires, como levantar el brazo para marcar un "out" o gesticular un "strike", nacieron por la necesidad de hacer el juego más accesible. Uno de los grandes impulsores de esta práctica fue William "Dummy" Hoy, un beisbolista sordo que jugó en las Grandes Ligas entre 1888 y 1902.
William, quien no podía escuchar las decisiones de los umpires, ayudó a popularizar el uso de señas visuales para que él y otros jugadores pudieran seguir las jugadas sin problemas. Este sistema de comunicación no solo benefició a William, sino también a los aficionados en los ruidosos estadios de la época.
El rol del umpire ha evolucionado considerablemente desde aquellos días, en 1876, Bill McLean se convirtió en el primer umpire profesional, recibiendo $5 por cada partido.
A diferencia de la actualidad, McLean y otros umpires de la época no contaban con equipo de protección, lo que hacía su trabajo mucho más peligroso.
Hoy en día, los umpires están equipados con cascos, chalecos y protectores para salvaguardarse de los veloces lanzamientos y posibles lesiones, pero en aquellos días se confiaba únicamente en la rapidez de los reflejos.
Con el tiempo, las señales se volvieron universales en el béisbol, aunque cada umpire tiene su propio estilo para ejecutarlas.
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Otro dato curioso es el uso del pulgar para señalar un "out". Originalmente, los umpires simplemente decían la palabra en voz alta, pero con el paso del tiempo, la señal visual se volvió indispensable, ayudando a evitar confusiones en el campo y entre el público.