Los libros de “El señor de los anillos” y las historias relacionadas a ellos, como “El Hobbit” o la nueva entrega de la serie de televisión “Los anillos del poder”, son más que simples relatos de fantasía; forman parte de un universo entero en el que gobiernan complejos sistemas mitológicos e históricos tan convincentes que parecen una realidad propia.
¿Pero cómo fue que una persona como el británico J. R.R. Tolkien, su autor, pudo imaginar algo tan grande y tan detallado, al grado que fue capaz de inventar lenguas enteras? La respuesta la podemos leer de propio puño y letra de Tolkien, a través de un texto en su libro póstumo,” Cartas” en cuyas páginas hay una muy interesante compilación de misivas hechas por su biógrafo, Huphrey Carpenter, publicadas en español por la editorial Minotauro.
Se trata de una carta sin fecha, probablemente escrita en 1951, en la que Tolkien se dirigió al editor de la prestigiosa casa editorial Collins, Milton Waldman, para convencerlo de publicar juntos los libros de “El señor de los anillos”, con “El silmarillion”, un libro en el que explica, desde una mitología propia, la creación de todo ese universo que ha conquistado al público a través de los libros, las películas y la serie.
Ahí, el escritor trata de explicar cómo es que estos libros están íntimamente encadenados, no sólo por sus tramas, sino por uno de sus obsesiones e intereses escriturales: los mitos. Ahí confiesa que siempre consideró que la historia de Inglaterra carecía de una mitología auténtica, como las de los griegos, los egipcios o los celtas aunque tuvieran grandes leyendas como las del Rey Arturo.
“¡No se ría! Pero una vez (mi cresta hace mucho que ha caído desde entonces) tuve la intención de crear un cuerpo de leyendas más o menos conectadas, desde las amplias cosmogonías hasta el nivel del cuento de hadas romántico, que podría dedicar simplemente a Inglaterra, a mi patria”, dice en Tolkien en la misiva, en la que también relata que su capacidad de crear lenguas se debió a una vívida imaginación infantil y una gran sensibilidad que decidió explorar al grado que se especializó en filología.
➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
Más adelante, Tolkien se anima a develar un poco sobre las bases “alegóricas” de la mitología que decidió crear, tratando de reflexionar sobre los conceptos de la “caída”, “la mortalidad” y “la máquina”, en el que se ponen en juego el deseo creador frente a la futilidad de la vida, el apego obsesivo y la intención de corromper el orden para dominarlo todo.
La carta es larga y prácticamente es un resumen de todo el trabajo de Tolkien, algo así como una guía básica que no debería faltar en el estante de ningún fan.