La Prisión Territorial de Yuma fue habitada por famosos forajidos

Conocida por los reclusos como el Agujero del Infierno, la describían como “difícil de aguantar y más aún de escapar”

  · viernes 5 de agosto de 2022

Las celdas alineadas a lo largo de un pasillo, se dice que son hogar de algunos fantasmas/ Lucy López | Tribuna de San Luis

En el centro histórico de Yuma, dominando el antiguo cauce del Río Colorado, se encuentra la Prisión Estatal de Yuma, tras cuyas rejas habitaron algunos de los mas famosos forajidos como Pearl Hart, ladrona de diligencia; Buckskin Frank Leslie, que mató a su novia mientras estaba borracho; Elena Estrada, legendaria por arrancar el corazón a su compañero infiel y restregárselo en la cara; y Ricardo Flores Magón, por razones políticas.

Los primeros siete prisioneros trabajaron construyendo sus propias celdas y se mudaron a la misma el 1 de julio de 1876. La estructura ubicada donde convergían los Ríos Colorado y Gila, dado que en ese tiempo éste último se unía al Colorado en la esquina noroeste del complejo, que contaba con su propio cementerio en una de las laderas de la colina.

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Fue considerada como el Mejor Destino Embrujado en el país en 2020 por la revista Today USA, debido a los fenómenos paranormales que alberga el que fuera hogar de tres mil 69 internos, incluyendo 29 mujeres, en los 33 años que estuvo en funcionamiento.

La Exposición de Arte Orígenes ha sido reconocida con el Premio al Logro de la Asociación Nacional de Condados/ Cortesía | Biblioteca de San Luis Arizona

De acuerdo con el guía de turistas Gary Stigall, la Prisión Territorial de Yuma fue el hogar de tres mil 69 internos, incluyendo 29 mujeres. 112 murieron durante los 33 años que estuvo en funcionamiento, 50% de estos debido a la tuberculosis, un tercio más por otras causas naturales, ocho recibieron disparos mientras intentaban escapar, seis se suicidaron y cinco perecieron en accidentes de trabajo.

El motín más famoso fue el de la entrada en el que resultó herido el superintendente y participaron siete presos, cuatro murieron. El superintendente sobrevivió a un apuñalamiento en el cuello, pero el dolor crónico lo forzó a retirarse y 10 años después el dolor fue tan severo que se suicidó.

Algunos de los presos estaban ahí por delitos que iban desde el asesinato hasta poligamia en el caso de los mormones.

En la Celda Oscura, lugar de castigo, dentro de una gran jaula y solo con su ropa interior puesta, eran encadenados en la oscuridad. Se dice que, como un extra de malévola tortura, un guardia acostumbraba a arrojarles escorpiones y serpientes desde un pequeño agujero en el techo. Sus necesidades fisiológicas las hacían donde podían y la celda no se limpiaba frecuentemente.

Mientras que los reclusos consideraban a la prisión como el “Agujero del Infierno” y la describían como “difícil de aguantar y más aún de escapar”, la gente de Yuma se refería a ésta como el “Club Campestre del Colorado” debido a que contaba con más comodidades que las que tenían los habitantes del pueblo.



Estas modernidades incluían luz eléctrica, ventilación forzada, un sistema de drenaje, tres tinas de baño, una biblioteca con dos mil libros, la más grande del territorio en su tiempo, además de los únicos tres sanitarios de Yuma y su propia banda de música.

La prisión se cerró en 1909 y los internos fueron trasladados a Florence. Las instalaciones entonces fueron utilizadas para albergar a la preparatoria local Yuma High School y durante la Gran Depresión el sitio fue habitado por personas sin hogar.