Eleazar Corral Ochoa nació hace 44 años en el valle de Bácum. Es descendiente de miembros de las tribus mayos, yaquis y tarahumaras, por lo cual desde niño aprendió a bailar danzas autóctonas, a hablar diferentes dialectos, a hacer artesanías, a tejer, labrar palofierro y la doctrina religiosa.
Eleazar Corral y sus hermanos crecieron rodeados de toda esa cultura y al día de hoy la siguen conservando. Fue en 1989 cuando llegó a San Luis Río Colorado acompañado de sus padres quienes en ese tiempo ya tenían muchos años viniendo a esta frontera en determinadas temporadas para trabajar como jornaleros agrícolas en el valle, en la pizca del algodón.
“Desde 1973 mis padres iban y venían a San Luis para trabajar en el campo, pero en 1989 decidieron venirse a vivir aquí porque les gustó este territorio para quedarse. Para mí fue una contracultura pues de estar en el valle, andar descalzo en la tierra, llegamos aquí que es un territorio totalmente diferente. Sin embargo, nos fuimos adaptando y quieras o no, vivir en la frontera nos va quitando un poquito nuestras costumbres, pero buscamos la manera de seguir con nuestras costumbres, con nuestros bailes y rituales en casa”.
SIGNIFICADO DE LA DANZA DEL VENADO
En este transcurso de cambio cultural, Eleazar Corral conoció en este municipio al maestro, artista plástico e historiador Juan Antonio Contreras Frías quien lo impulsó a mostrar en esta comunidad las danzas tradicionales de los mayos y yaquis, especialmente, la danza del venado.
Corral Ochoa señaló que la danza del venado mayo sí se puede mostrar. Mientras que la danza del venado yaqui no, pues solo se baila dentro de sus comunidades.
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“Hace años empecé a bailar el venado mayo. Con los mayos aprendí a bailar muchas cosas, pascola. De hecho, con los mayos, bailando con mis primos llegué hasta pascola mayor, bailando”.
Explicó que el pascola empieza siendo una rama de eucalipto y después crece y se convierte en coyote, caballo y así sucesivamente. Por eso le tienen gran respeto a la naturaleza. Por eso el yaqui siempre baila en la enramada, nunca baila en un templete, nunca baila en un escenario, solo en la enramada. De ahí que cuando el venado baila el instrumento que se toca es el tambor de agua y este se siente en los pies. La vibración de los pies es algo mágico y es así como se desplaza en venado.
Eleazar Corral destacó referente al significado de la danza del venado que “cuando el gran arquitecto del universo hizo el mundo, él reencarnó en un venado y entonces los yaquis eran nómadas, en el valle del yaqui, tenían hambre y querían cazar el venado para comérselo, pero no sabían cómo; entonces, un sapo les dijo que fueran con una serpiente al inframundo porque ella les iba a decir cómo comerse a ese venado.
La serpiente les indica cómo y les da los cantos mágicos para que el venado se pare, se le entumecen sus pies, le duela el riñón y sus ojos no vean y, de esta manera, quede paralizado y lo puedan cazar. Entonces van y les hacen los cantos, entierran el agua en un ojo de agua donde ponen un bule y tocan. Es ahí donde el venado siente las vibraciones, se para y empieza a bailar los cantos sagrados, los cantos yaquis son muy sagrados.
El venado queda parado y ellos asesinan al venado y lo reparten. Ahí estaba el canario que miró todo y fue el que avisó al creador que los humanos mataron a su hijo, el venado.
Entonces el sapo les avisa que viene el creador a revisar, pero mandó a la muerte a revisar si de verdad estaba muerto el venado y el sapo les dijo: saben qué, pónganse la piel de venado y muévanse como él para engañar a la muerte que viene a revisar si está vivo.
Entonces cuando la muerte llegó y vio que el yaqui que se puso la piel de venado estaba moviéndose como él, dijo: "está vivo, por lo que la muerte optó por retirarse. Y cuando la muerte se fue quedó abundancia y prosperidad, por eso bailamos la danza del venado en cada equinoccio”.
SOBRE EL VESTUARIO
Eleazar Corral comentó respecto al atuendo que utiliza al momento de ejecutar la danza del venado, que la cabeza de este animal está hecha con papel maché por el artista sanluisino Juan Antonio Contreras Frías, las pezuñas que van en la cintura son de madera, los tenabaris (capullos de mariposas 4 espejos) que van en los pies son de aluminio. Expresó que no utiliza los elementos originales porque no quiere contribuir a que mueran siervos.
SIGUE VIVA LA TRADICIÓN
Corral Ochoa resaltó que la cultura y tradiciones de los pueblos mayo y yaquis no se están perdiendo, pues permanecen vivas en donde deben permanecer. “El valor indígena no está perdido, está donde debe estar, pero sí ocupamos expandirlo en espacios donde podamos presentar nuestros bailes y cantos como yo lo he venido haciendo”.
Expresó que se siente muy orgulloso de ser indígena, de ser de la raza yoreme y de haber aprendido y convivido con otras etnias con las cuales intercambió cultura y eso lo engrandeció como ser humano. Actualmente, imparte clases de danza autóctonas, artesanías y rondalla en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) número 33.
