Para plasmar la situación actual que se vive a nivel mundial a raíz de la pandemia por Covid-19, Stephanie Covarrubias está pintando un mural que refleja el lado positivo y negativo de la contingencia sanitaria.
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La obra en proceso muestra el rostro de una mujer portando un cubrebocas, cuyo lado derecho representa a las personas que han perdido la lucha contra el virus, detalló la artista.
Mientras que el lado izquierdo de la imagen expone el aspecto positivo de la crisis de salud mediante diversos elementos como las flores que transmiten paz y tranquilidad, pues a pesar de todo lo malo que está sucediendo también se han presentado cosas buenas, ya que la sociedad se ha mantenido unida y solidaria. Además, en este tiempo de resguardo social se ha favorecido al medio ambiente.
“En esta pandemia aprendí que de la noche a la mañana todo puede cambiar, por eso el título de este mural es ´La vida en un abrir y cerrar de ojos´. En realidad, la idea de hacerlo surgió en abril. Un día al estar en mi cama, en mi cuarto, empecé con el boceto en un cuaderno de diseño. Tenía en mente que quería hacer un mural”, refirió.
Fue así, que de inmediato empezó a buscar una barda perimetral para llenarla de color y arte, la cual encontró en el callejón Sonora y calle 22 en donde por ahora está trabajando en la realización de esta obra en colaboración con su hermano Sebastián y otras personas que la han apoyado para dar muestra del talento que posee para pintar.
Al observar el mural impresiona por lo llamativo y colorido que es y también por las dimensiones de tamaño que tiene al estar en una pared que mide 8 por 10 metros, aproximadamente.
Stephanie Covarrubias manifestó que, para ella, el arte es algo que surge desde el interior de cada persona y que la hace expresar lo que, a veces, con palabras no se puede decir. El arte es un sentimiento muy puro.
Externó que su principal fuente de inspiración a la hora de pintar, son experiencias de la vida cotidiana. “Para mí hacer arte es un escape. Son horas en las que me pierdo entre pinceles y colores. Entro a un estado donde solo estoy yo y mis pinturas. Nada más importa. Cuando descubrí la pintura, cuando empecé a pintar, fue como renacer porque desde ese momento veo la vida con diferentes tonos”.
Por último, dijo que le agrada poder compartir con la gente su arte, ya que eso la hace sentir viva e indicó estar consciente de que “Covas”, como se llama su empresa, no es solo ella sino todas las personas que la apoyan, a quienes agradeció.