Cuando se visita alguna de las ostionerías del estero Morua de Puerto Peñasco, donde además de degustar de un manjar recién extraído del mar, se puede disfrutar de la vista de los estuarios y dunas desérticas.
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Visitar una ostionería puede resultar toda una travesía desde que se toma la carretera salida a Caborca, a partir del kilómetro 7 inician las brechas de terracería que te llevan a estos lugares frente a los esteros donde se producen los ostiones, este molusco que tarda casi un año en crecer para saborearse en su concha con limón y salsa en fracciones de segundos.
La primera parada es en la ostionería Aquamar, desde que llegas a este sitio después de avanzar unos cuantos kilómetros por tierra, se deja sentir el ambiente campestre playero.
Es salir del casco urbano para conectarte con los caminos entre el desierto y toparte con los estuarios donde producen los ostiones para llevártelos hasta tu mesa.
En este lugar hay algunas mesas para que acompañado de la familia o amigos puedan degustar de este marisco fresco acompañados de bebidas refrescantes.
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La siguiente brecha te lleva al Barco, el lugar que podría considerarse el más visitado entre las ostionerías porque además de ser un pequeño paraíso tiene un restaurante donde puedes disfrutar de otros sencillos y deliciosos platillos de mariscos además de los ostiones recién sacados del mar.
A la Ostionería el Barco llegan a degustar de lo que ahí ofrecen desde familias locales, turistas nacionales y estadounidenses, además de visitantes de países como Corea y Canadá.
Un par de kilómetros de brechas más adelante, que bien puede ser un recorrido todo terreno entre arbustos desérticos y caminos surcados por los automóviles se encuentra la ostionería Acuícola Punta Peñasco.
Del otro lado del estuario se encuentra Punta Roja, en esta parte del estero además de ofrecer los deliciosos y frescos ostiones para acompañarse con gotitas de limón y salsa se preparan ostiones horneados para que los comensales experimenten otras formas de saborear este marisco. Definitivamente es otro paraíso que merece ser visitado.
Si por algún motivo no se puede visitar las ostionerías, se puede ir a para probar los ostiones en casi todos los restaurantes de mariscos y restaurantes de cocina internacional, así como en la bajada de la Cholla.
Cabe señalar que el municipio de Puerto Peñasco está reforzando esta Ruta, por lo que es fundamental para la visita de los turistas que año con año visitan la ciudad.