La solidaridad una necesidad en los tiempos de Covid-19
La solidaridad es un valor considerado de gran importancia en distintas etapas de nuestras vidas, ser solidario implica no solo apoyar moralmente sino además realizar acciones que permitan demostrar que realmente estamos con las personas que se encuentran en situaciones vulnerables. La pandemia que nos aqueja actualmente nos ha permitido reflexionar al respecto, cuando hablamos de solidaridad no solo implica serlo a nivel familiar sino voltear a ver qué pasa a nuestro alrededor y responsabilizarnos de los que nos necesitan. Y recordar que no todos estamos igualmente informados y que podemos apoyar al prójimo a sobrellevar la enfermedad en caso de tenerla. La solidaridad de acuerdo con la Real Academia Española (RAE) es adhesión circunstancial a la causa de otro, de acuerdo con la definición sociológica la solidaridad se refiere al sentimiento y la actitud de unidad basada en metas o intereses comunes; es un término que se refiere a ayudar sin recibir nada a cambio con la aplicación de lo que se considera bueno. Así mismo, se refiere a los lazos sociales que unen a los miembros de una sociedad entre sí. Actualmente la sociedad pasa por circunstancias difíciles e inesperadas, la nueva enfermedad que ha desgastado y acabado con una infinidad de familias en México. La pérdida de un familiar cercano y el haber estado muy cerca de la muerte debido al Covid-19 ha generado una serie de trastornos en nuestros ciudadanos. Psicológicamente se ha generado un trauma social que vienen afectando después de la enfermedad si se ha sobrevivido a ella o bien si has perdido a un familiar cercano.
Por desgracias otras circunstancias de nuestras vidas se han visto afectadas también debido a la llegada de la pandemia. El empleo es un ejemplo, tan solo en México se han registrado un millón 113 mil 677 empleos formales perdidos al primer semestre del 2020, de acuerdo con datos del periódico el financiero. Por otro lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador explica que, con base en datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en lo que va de agosto se han recuperado más de 52 mil empleos. Lo cual indica que aún estamos lejos de recuperarnos de lo que teníamos antes de la pandemia, las expectativas de nuestros líderes son altas, muy a pesar del ambiente de incertidumbre e intranquilidad que vive el país respecto a la enfermedad. Las familias mexicanas sufren momentos difíciles y se han visto muy afectadas tanto en economía como a nivel personal, quienes no han sufrido la enfermedad, han sufrido la pérdida de quedarse sin sustento, teniendo que trabajar en lo que se pueda para llevar alimento a sus familias. Y quienes han sufrido la enfermedad, además del desgaste económico que traen arrastrando se han visto afectados por las horribles secuelas del virus y esto les ha causado traumas a nivel personal. El regreso a las actividades económicas paulatinamente, ha brindado a parte de la población, una pequeña luz de esperanza pues la movilización económica y el regreso de los trabajadores a la nómina alivian un poco el escenario desolador que vivimos en nuestra economía.
Realmente para que México se recupere ocupamos ser solidarios entre ciudadanos y no dejarlo todo a las autoridades, como ciudadanos somos capaces de dar más de nosotros, la empatía debe prevalecer ante circunstancias difíciles, la iniciativa privada por un lado, en busca de nuevas oportunidades de negocio que permitan mayor derrama económica mediante el empleo, las Universidades en pro de mejorar sus programas para poder apoyar a la iniciativa privada y la parte gubernamental preocuparse por ambos para potenciar en ambos lo que se requiere para salir adelante, la solidaridad entre instituciones públicas y privadas es primordial en este momento. Pero que podemos hacer los ciudadanos que nos desempeñamos en esas instituciones públicas o privadas para participar de manera solidaria con nuestros compatriotas, la respuesta es sencilla “Solidaridad”, todos tenemos necesidades y nuestras necesidades varían de acuerdo a nuestro estilo de vida. Los profesionales se han preparado para vivir de ello pero eso no significa que no se tenga conciencia de lo que pasa actualmente, la labor de los profesionales es brindar apoyo a quienes, necesitan y no pueden pagar un servicio profesional. Y los ciudadanos debemos ser responsables de cuidarnos y dar menos trabajo a quienes nos apoyan o bien de brindar un apoyo moral a quienes tanto han sacrificado como médicos, enfermeras y psicólogos de nuestro país. Como ciudadanos nuestras pequeñas acciones solidarias cuentan, no todos pueden brindar servicios profesionales pero si podemos ayudar al prójimo siendo solidario con él, apoyando si pierde empleo por ejemplo, apoyando con algún programa cultural o de apoyo a los jóvenes durante el aislamiento, brindando asesoría gratuita a los más desprotegidos y que no puedan pagar consultas o terapias psicológicas, colaborar entre los vecinos o la comunidad a través de las redes para apoyar a las familias que caigan en desgracia a causa del Covid-19, entre otras acciones que no implican desembolso pero que si dan tranquilidad y paz en tiempos difíciles. Hay que recordar que los mexicanos nos hemos distinguido mundialmente por ser personas solidarias en tiempos difíciles, hay que recordar los temblores que han azotado la Ciudad de México y otras tragedias de gran magnitud donde solo la Solidaridad entre los ciudadanos ha permitido enfrentar y salir delante del dolor y la perdida.