/ miércoles 15 de julio de 2020

TIK TAK EMPRESARIAL

Covid-19: Descender al infierno y encima regresar endeudado, si la libras



Hasta hoy la pandemia sigue haciendo estragos en nuestra población, es incesante la forma en que se están dando los contagios en Sonora Hermosillo, Cajeme y San Luis Río Colorado, los municipios más afectados por la enfermedad.

Es eminente el esfuerzo que nuestras autoridades estatales han realizado para evitar la propagación del virus, sin embargo a veces parece que están solos, como si la población no entendiera la magnitud de lo que sucede. Hay quienes no comprenden lo duro de la enfermedad hasta que lo viven en carne propia y sufren el dolor de perder un familiar o bien vivir con la incertidumbre de que en cualquier momento, la falta de aire acabe con su vida.

El Covid-19 en realidad es una enfermedad muy dura, desgastante y extremadamente cara. Si eres joven, puedes tener mayor oportunidad de librar la raya, pero si eres del grupo vulnerable con enfermedades crónicas como la hipertensión y diabetes, entre otras, tu diagnóstico puede no ser tan favorable.

Lo más triste de la nueva enfermedad que está lacerando al mundo es los altos costos que generan a los que la padecen. Tal parece que las compañías farmacéuticas han decidido estar contra la lucha hacia el Covid-19 y no a favor de toda la población. Es inconcebible cómo los precios de los medicamentos probados alrededor del mundo para salvar la vida a los pacientes Covid-19 estén elevados casi tres veces más de su precio normal.

Como sobreviviente de la enfermedad, puedo atestiguar el infierno que es padecer el virus, pero no sólo es el infierno de los síntomas, sino la alta medicación a la que se ve expuesto tu cuerpo, desencadenando otras enfermedades por el exceso de ésta que trata de someter al virus.

Además de esto, los altos costos que te generan las consultas y los medicamentos son extremadamente altos. La existencia de fármacos como los antivirales muy utilizados en el combate del VIH en otros países con resultados buenos en el combate de la nueva enfermedad, para México es un albur, pues no se sabe con certeza si los resultados serán igual de positivos que en esos lugares, a través de recientes investigaciones algunos grupos de pacientes han sido sometidos a estos antivirales y solo algunos pertenecientes a estos grupos han logrado combatir la enfermedad, lo que significa que aún el mundo científico sigue probando posibles tratamientos en el combate al Covid-19.

Quiero expresar mi mayor respeto a los enfermos de VIH, pues la rudeza de los antivirales dentro de tu organismo es indescriptible. Pero hablemos de lo que cuesta someterse a los tratamientos del Covid-19 y de los abusos que muchas compañías farmacéuticas están cometiendo. Por desgracia, existen estratos sociales sumamente desprotegidos, no cuentan con seguridad social y la mayoría adultos mayores parte de la población vulnerable ante esta pandemia, solo cuentan con el apoyo económico que manda el gobierno federal y algunos ni con eso. Un tratamiento de Covid-19 fluctúa entre 4 mil y 5 mil pesos, aproximadamente, eso si no se complica con problemas respiratorios, donde las compañías que se encargan de vender oxígeno han aumentado notoriamente también sus costos, además de la escasez de los tanques de oxígeno para abastecer a la población enferma.

Hay quienes están sufriendo muy duros los síntomas del Covid-19 y forzosamente tienen que ser sometidos a los antivirales que fluctúan de 8 mil a 10 mil pesos para poder salvar sus vidas. La pregunta es: ¿Qué pasa con aquella población que apenas sobrevive con los pocos recursos que cuenta y está enfermando?

Señor presidente, Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, solo usted tiene la solución en sus manos, la destinación de recursos a la ciencia, el apoyo a las clases más vulnerables, el apoyo a hospitales que dependen del gobierno es fundamental en estos tiempos de tanto dolor y pérdida en nuestra sociedad, es necesario que en el país se monitoreen los costos de los medicamentos, es comprensible que existen los de alto precio debido a los costos que generan producirlos, pero es notorio como algunod de éstos que ayudan al combate del Covid-19 han elevado sus costos a un nivel exorbitante, abusando de la situación en nuestro estado y país.

Señor presidente, soy una simple ciudadana que he entregado mi vida profesional a la academia y la investigación. Pero la enfermedad me ha dado la oportunidad de percibir el dolor de la población muy de cerca, he sufrido la angustia de pensar que dejaría a mis pequeñas hijas solas, he sufrido de ansiedad y noches de insomnio pensando si lograría sobrevivir la siguiente semana, el mal de la ansiedad y desesperación que está apoderándose de la población al igual que el Covid-19, si bien es cierto que recibí los medicamentos necesarios para salvar mi vida, puedo decir que aun así te la juegas en la raya.

Señor presidente, el pueblo ha confiado en usted eligiéndolo como presidente de los Estados Unidos Mexicanos, los mexicanos necesitamos su intervención para proteger a las clases más necesitadas de los precios de dichos fármacos que cada vez se vuelven más inalcanzables para los más necesitados.

La gente está muriendo y los que logran sobrevivir sufren las horribles secuelas de la enfermedad. Doscientos 56,848 casos acumulados en el país de Covid-19, ¿cuántos de esos morirán o serán parte de las estadísticas de deceso?, a veces por falta de atención o de medicamentos a su alcance. Hubo quien dijo: “Defenderé el peso como un perro” y hasta lágrimas vimos en sus ojos. Hoy pido a usted: “Defender la salud y la integridad de todos los ciudadanos de México, evitando los abusos en los altos precios de medicamentos para el combate de Covid-19”, como ciudadana, profesionista y madre deposito mi confianza en que trabajara al respecto.

México es fuerte y se ha levantado de grandes tragedias de distinta índole, México merece vivir y tener salud pues hay que recordar que un pueblo enfermo está lejos de contar con un capital humano que los respalde para el trabajo. La grandeza de México radica en sus ciudadanos, en su esfuerzo constante, en su trabajo día a día, en todos aquellos que a diario se juegan la vida por mejorar su situación económica y de la de quienes trabajan con ellos.

Covid-19: Descender al infierno y encima regresar endeudado, si la libras



Hasta hoy la pandemia sigue haciendo estragos en nuestra población, es incesante la forma en que se están dando los contagios en Sonora Hermosillo, Cajeme y San Luis Río Colorado, los municipios más afectados por la enfermedad.

Es eminente el esfuerzo que nuestras autoridades estatales han realizado para evitar la propagación del virus, sin embargo a veces parece que están solos, como si la población no entendiera la magnitud de lo que sucede. Hay quienes no comprenden lo duro de la enfermedad hasta que lo viven en carne propia y sufren el dolor de perder un familiar o bien vivir con la incertidumbre de que en cualquier momento, la falta de aire acabe con su vida.

El Covid-19 en realidad es una enfermedad muy dura, desgastante y extremadamente cara. Si eres joven, puedes tener mayor oportunidad de librar la raya, pero si eres del grupo vulnerable con enfermedades crónicas como la hipertensión y diabetes, entre otras, tu diagnóstico puede no ser tan favorable.

Lo más triste de la nueva enfermedad que está lacerando al mundo es los altos costos que generan a los que la padecen. Tal parece que las compañías farmacéuticas han decidido estar contra la lucha hacia el Covid-19 y no a favor de toda la población. Es inconcebible cómo los precios de los medicamentos probados alrededor del mundo para salvar la vida a los pacientes Covid-19 estén elevados casi tres veces más de su precio normal.

Como sobreviviente de la enfermedad, puedo atestiguar el infierno que es padecer el virus, pero no sólo es el infierno de los síntomas, sino la alta medicación a la que se ve expuesto tu cuerpo, desencadenando otras enfermedades por el exceso de ésta que trata de someter al virus.

Además de esto, los altos costos que te generan las consultas y los medicamentos son extremadamente altos. La existencia de fármacos como los antivirales muy utilizados en el combate del VIH en otros países con resultados buenos en el combate de la nueva enfermedad, para México es un albur, pues no se sabe con certeza si los resultados serán igual de positivos que en esos lugares, a través de recientes investigaciones algunos grupos de pacientes han sido sometidos a estos antivirales y solo algunos pertenecientes a estos grupos han logrado combatir la enfermedad, lo que significa que aún el mundo científico sigue probando posibles tratamientos en el combate al Covid-19.

Quiero expresar mi mayor respeto a los enfermos de VIH, pues la rudeza de los antivirales dentro de tu organismo es indescriptible. Pero hablemos de lo que cuesta someterse a los tratamientos del Covid-19 y de los abusos que muchas compañías farmacéuticas están cometiendo. Por desgracia, existen estratos sociales sumamente desprotegidos, no cuentan con seguridad social y la mayoría adultos mayores parte de la población vulnerable ante esta pandemia, solo cuentan con el apoyo económico que manda el gobierno federal y algunos ni con eso. Un tratamiento de Covid-19 fluctúa entre 4 mil y 5 mil pesos, aproximadamente, eso si no se complica con problemas respiratorios, donde las compañías que se encargan de vender oxígeno han aumentado notoriamente también sus costos, además de la escasez de los tanques de oxígeno para abastecer a la población enferma.

Hay quienes están sufriendo muy duros los síntomas del Covid-19 y forzosamente tienen que ser sometidos a los antivirales que fluctúan de 8 mil a 10 mil pesos para poder salvar sus vidas. La pregunta es: ¿Qué pasa con aquella población que apenas sobrevive con los pocos recursos que cuenta y está enfermando?

Señor presidente, Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, solo usted tiene la solución en sus manos, la destinación de recursos a la ciencia, el apoyo a las clases más vulnerables, el apoyo a hospitales que dependen del gobierno es fundamental en estos tiempos de tanto dolor y pérdida en nuestra sociedad, es necesario que en el país se monitoreen los costos de los medicamentos, es comprensible que existen los de alto precio debido a los costos que generan producirlos, pero es notorio como algunod de éstos que ayudan al combate del Covid-19 han elevado sus costos a un nivel exorbitante, abusando de la situación en nuestro estado y país.

Señor presidente, soy una simple ciudadana que he entregado mi vida profesional a la academia y la investigación. Pero la enfermedad me ha dado la oportunidad de percibir el dolor de la población muy de cerca, he sufrido la angustia de pensar que dejaría a mis pequeñas hijas solas, he sufrido de ansiedad y noches de insomnio pensando si lograría sobrevivir la siguiente semana, el mal de la ansiedad y desesperación que está apoderándose de la población al igual que el Covid-19, si bien es cierto que recibí los medicamentos necesarios para salvar mi vida, puedo decir que aun así te la juegas en la raya.

Señor presidente, el pueblo ha confiado en usted eligiéndolo como presidente de los Estados Unidos Mexicanos, los mexicanos necesitamos su intervención para proteger a las clases más necesitadas de los precios de dichos fármacos que cada vez se vuelven más inalcanzables para los más necesitados.

La gente está muriendo y los que logran sobrevivir sufren las horribles secuelas de la enfermedad. Doscientos 56,848 casos acumulados en el país de Covid-19, ¿cuántos de esos morirán o serán parte de las estadísticas de deceso?, a veces por falta de atención o de medicamentos a su alcance. Hubo quien dijo: “Defenderé el peso como un perro” y hasta lágrimas vimos en sus ojos. Hoy pido a usted: “Defender la salud y la integridad de todos los ciudadanos de México, evitando los abusos en los altos precios de medicamentos para el combate de Covid-19”, como ciudadana, profesionista y madre deposito mi confianza en que trabajara al respecto.

México es fuerte y se ha levantado de grandes tragedias de distinta índole, México merece vivir y tener salud pues hay que recordar que un pueblo enfermo está lejos de contar con un capital humano que los respalde para el trabajo. La grandeza de México radica en sus ciudadanos, en su esfuerzo constante, en su trabajo día a día, en todos aquellos que a diario se juegan la vida por mejorar su situación económica y de la de quienes trabajan con ellos.