/ lunes 17 de junio de 2024

Democracia y Debate | En el nombre del padre

Ser padre es uno de los actos de valor más importantes, señala el filósofo español Fernando Savater, y tiene mucha razón, cuando además continúa en su escrito afirmando que lo único que tenemos garantizado como padres es la incertidumbre.

Después de 7 años de casados y por así haberlo deicidio como pareja vivíamos mi esposa y yo felices y despreocupados, ocupándonos de nuestros más inmediatos caprichos ¿dónde ir a cenar? ¿qué película ver?

Los fines de semanas levantarse de la cama era opcional, los planes de vacaciones tenían que ver con nuestros únicos deseos y así la vida transcurría llena de felicidad o por lo menos eso creíamos.

De pronto un día mi esposa me manifiesta su deseo de ser madre, pero además de que ese deseo me pedía se cumpliera en otro estado de la República, ya que estamos viviendo en ese momento en la CDMX, quiere entonces volver a Hermosillo y que nuestros hijos nazcan en Sonora. Así fue.

Al año de vivir en Hermosillo, en el interior de un biberón una pequeña nota me esperaba al interior de mi automóvil, abro el biberón y saco la nota que decía que un pequeñito vendría a acompañarnos en esta aventura que se llama vida. Así fue como me enteré que sería padre por primera vez.

Después de 9 meses llegó el día que cambiaria el resto de nuestras vidas, desde el momento en que la doctora me lo presentó, desde el primer instante que lo vi, todo cambió y definitivamente la vida no vivió a ser lo que fue antes.

Después un angelito que nos cuidad desde el cielo no alcanzó a llegar, pero del cual soy su padre y finalmente el pequeñito que hoy es compañero de Max, así Max y Patricio y nuestro angelito desde el cielo han cambiado la vida del que esto escribe, por lo que no tengo palabras de agradecimiento para quien en su infinita sabiduría a procurado esto.

Así que la felicidad de ser padre esta justamente en la incertidumbre, en el esfuerzo diario de acompañar a los hijos que tanto nos requieren por un tiempo, sé que después las cosas cambiarán y que la independencia llegará y nuevamente mi esposa y yo volveremos a ser dueños de nuestro tiempo, pero quizá en cuando eso vuelva ya no queramos ser tan libres como lo fuimos.

En el nombre del padre nos vienen los hijos y no hay manera de no festejar todos los días, parte de la celebración son la angustia, la desesperación, el miedo, la incertidumbre y claro las múltiples alegrías de ser papá.

Felicidades.

Ser padre es uno de los actos de valor más importantes, señala el filósofo español Fernando Savater, y tiene mucha razón, cuando además continúa en su escrito afirmando que lo único que tenemos garantizado como padres es la incertidumbre.

Después de 7 años de casados y por así haberlo deicidio como pareja vivíamos mi esposa y yo felices y despreocupados, ocupándonos de nuestros más inmediatos caprichos ¿dónde ir a cenar? ¿qué película ver?

Los fines de semanas levantarse de la cama era opcional, los planes de vacaciones tenían que ver con nuestros únicos deseos y así la vida transcurría llena de felicidad o por lo menos eso creíamos.

De pronto un día mi esposa me manifiesta su deseo de ser madre, pero además de que ese deseo me pedía se cumpliera en otro estado de la República, ya que estamos viviendo en ese momento en la CDMX, quiere entonces volver a Hermosillo y que nuestros hijos nazcan en Sonora. Así fue.

Al año de vivir en Hermosillo, en el interior de un biberón una pequeña nota me esperaba al interior de mi automóvil, abro el biberón y saco la nota que decía que un pequeñito vendría a acompañarnos en esta aventura que se llama vida. Así fue como me enteré que sería padre por primera vez.

Después de 9 meses llegó el día que cambiaria el resto de nuestras vidas, desde el momento en que la doctora me lo presentó, desde el primer instante que lo vi, todo cambió y definitivamente la vida no vivió a ser lo que fue antes.

Después un angelito que nos cuidad desde el cielo no alcanzó a llegar, pero del cual soy su padre y finalmente el pequeñito que hoy es compañero de Max, así Max y Patricio y nuestro angelito desde el cielo han cambiado la vida del que esto escribe, por lo que no tengo palabras de agradecimiento para quien en su infinita sabiduría a procurado esto.

Así que la felicidad de ser padre esta justamente en la incertidumbre, en el esfuerzo diario de acompañar a los hijos que tanto nos requieren por un tiempo, sé que después las cosas cambiarán y que la independencia llegará y nuevamente mi esposa y yo volveremos a ser dueños de nuestro tiempo, pero quizá en cuando eso vuelva ya no queramos ser tan libres como lo fuimos.

En el nombre del padre nos vienen los hijos y no hay manera de no festejar todos los días, parte de la celebración son la angustia, la desesperación, el miedo, la incertidumbre y claro las múltiples alegrías de ser papá.

Felicidades.

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