/ jueves 27 de junio de 2024

Amat Cucapah | El Sásabe en ‘’La Arizona’’

Aunque pequeño, el pueblito ‘’La Arizona’’ logró gran actividad en 1736, por su riquísima mina ‘’Planchas de Plata’’, abundante éste metal, el cual se decía ‘’ahí nacía’’.

Esto desató avalancha de aventureros, gambusinos y mineros escudriñando “malpaisales” región del Sáric, Sásabe y Tubutama, corazón de Pimería Alta ( norteños ), familia de Tono-o- Otam (Papagos). Los “buscadores” acertaron con una riquísima montaña de plata en el Rancho “La Arizona”. Testigos sostienen extrajeron plata pura en bolas y bloques hasta de cien arrobas, trozos pesando 3 600 libras de Plata Pura, decían “Estaba Naciendo”; parecía había sido fundida secretamente en cazos; entonces el rey la decretó ‘’Propiedad Real’’, cuando insistentes rumores llegaron al trono español, procedentes de Nueva Vizcaya sobre minas secretas explotadas por jesuitas al norte de Sonora.

Pues los jesuitas catequizaron los ‘’Pimas Altos’’ destacando indígenas aprendices de nueva cultura. Así fue Luís del Sáric en 1764 y cuando el rey Carlos III de Borbón declaró la mina Propiedad Real, expulsando a mineros, gambusinos y rancheros prohibiendo la entrada a toda persona a esa región, los apaches se apoderaron de la zona.

Los apaches vivían seminómadas entre los ríos Colorado y Brazos. Se caracterizaban por una fuerte resistencia cultural. Eran exploradores y conocían perfectamente su territorio, el cual siempre defendieron tenazmente masacrando la frontera.

Por más de medio siglo, los Pimas sostuvieron fidelidad al gobierno español, respeto a misioneros y distinción a “gentes de razón”; pero la inseguridad crecía incursionando: jácomes, janos, yumas y apaches asaltaban Presidios y Misiones; y los jesuitas se protegían respaldados en los Pimas Altos. Luís, nativo del Sáric, era leal con los españoles y con los indios…”era en exceso pródigo, obsequiándoles sus bienes”; como servicio público costeó en 1748 campañas contra apaches; nombrado alcalde, su actuación espléndida, valiente ayudó a Diego Ortiz de Parrilla, gobernador de Sinaloa y Sonora atacando a rebeldes Seris del Tiburón en 1750; la “miedosa” actuación militar de soldados, contrastó con la eficiencia de arcos y flechas Pimas. Este orgulloso valor, lo celebró el gobernador Ortiz y todos quisieron a Luis (Oacpicagigua) como autoridad.

Estando los yacimientos de plata en territorio Pima, eran aliados del virreinato y gente en guerra contra los apaches. El gobernador Ortiz -en 1750- nombró a Luis l Capitán General de Pimería Alta(dependiendo directamente de El), debilitando autoridad de los misioneros. Luís con su cargo consiguió espada, botas y fusil. Los misioneros reaccionaron contra Luis: debilitando su autoridad desconocieron los tenientes que nombró, anulándole propiedades. No obstante, este cabecilla Pima ejerciendo carácter controló acciones de seguridad, trabajo, abastecimiento y transporte, manejando todo movimiento en minas, campos y ganadería; quedando los jesuitas fuera en Planchas de Plata.

Ref. LibroPuertoIsabel