/ jueves 19 de septiembre de 2024

Amat Cucapah / Declaran navegable El Río Colorado

Entre rizas apareció ‘’El Explorer’’; decían parecía entre carro para carnaval y un carro romano de guerra, como los del circo; pues ése bote enviado por el gobierno norteamericano para comprobar navegabilidad del río Colorado hacia soltar la carcajada.

Esto sucedía en 1857, cuando los botes del Colorado ya andaban haciendo negocio, parecian fina mansión de varios pisos, ricamente decorada, sus paredes similares al color de habitaciones; eran transporte sumamente elegante, para la ‘’High life’’; pero todos soltaron la carcajada al ver “El Explorer” llegar con misión oficial.

Este barco construido en Philadelphia, probardo en el río Delaware; después, sus partes con 150 pies de largo fueron rearmadas en 8 ocasiones. Embarcado primero hacia istmo de Panamá, para no darle larguísimo viaje hasta Tierra del Fuego, fue transportado en Panamá sobre 75 kilómetros de ferrocarril, riel tendido entre 1850 y 1855, próximo a la vieja ruta indígena desde Santa María la Antigua del Darién en costa atlántica, hasta Bahía de San Miguel en el Pacífico; de ahí traído en un gran lanchón hasta san Francisco California y, desde allá le trajeron a los lodazales, desembocadura del Colorado. Aquí reensamblado para viaje oficial río arriba, llegando tan lejos como pudiera ir.

En su primer viaje la comitiva fueron 12 personas, incluyendo equipo humano científico: participó el director de historia natural, un ingeniero energético, topógrafo, astrónomo, meteorólogo, agregado artístico y un naturalista, entre ellos iba David C. Robinson como capitán, piloto del ‘’Explorer’’, con tres jefes indígenas de rancherías asentadas sobre el trayecto y Joseph C. Ives, responsable expedicionario.

Formando parte iba brigada militar terrestre cuyo jefe, teniente Tripton -3ra. División de Artillería- con 25 soldados del Fuerte Yuma; por limitado de la capacidad del bote caminarían sobre orilla del río al parejo de ellos. Esta escolta sobre una recua de mulas llevaría comestibles caminando corriente arriba del lado sonorense, contactandose abasteciéndoles alimentos. Fue escolta de nombre, porque la tropa no salió del Fuerte Yuma hasta después que El Explorer había caminado unos días desde el golfo de Santa Clara y no lograron coincidir encuentros viajando sobre el Explorer. Finalmente contactaron una sola vez la escolta terrestre sobre el valle Mohave, cerca de 200 millas río arriba de Fuerte, viniendo de regreso.

El teniente Ives con ese ‘’armastrote’’ completó reconocimiento y su reporte al secretario de guerra Jhon B. Floyd, el río Colorado en 1860 fue oficialmente declarado corriente navegable.

Entre rizas apareció ‘’El Explorer’’; decían parecía entre carro para carnaval y un carro romano de guerra, como los del circo; pues ése bote enviado por el gobierno norteamericano para comprobar navegabilidad del río Colorado hacia soltar la carcajada.

Esto sucedía en 1857, cuando los botes del Colorado ya andaban haciendo negocio, parecian fina mansión de varios pisos, ricamente decorada, sus paredes similares al color de habitaciones; eran transporte sumamente elegante, para la ‘’High life’’; pero todos soltaron la carcajada al ver “El Explorer” llegar con misión oficial.

Este barco construido en Philadelphia, probardo en el río Delaware; después, sus partes con 150 pies de largo fueron rearmadas en 8 ocasiones. Embarcado primero hacia istmo de Panamá, para no darle larguísimo viaje hasta Tierra del Fuego, fue transportado en Panamá sobre 75 kilómetros de ferrocarril, riel tendido entre 1850 y 1855, próximo a la vieja ruta indígena desde Santa María la Antigua del Darién en costa atlántica, hasta Bahía de San Miguel en el Pacífico; de ahí traído en un gran lanchón hasta san Francisco California y, desde allá le trajeron a los lodazales, desembocadura del Colorado. Aquí reensamblado para viaje oficial río arriba, llegando tan lejos como pudiera ir.

En su primer viaje la comitiva fueron 12 personas, incluyendo equipo humano científico: participó el director de historia natural, un ingeniero energético, topógrafo, astrónomo, meteorólogo, agregado artístico y un naturalista, entre ellos iba David C. Robinson como capitán, piloto del ‘’Explorer’’, con tres jefes indígenas de rancherías asentadas sobre el trayecto y Joseph C. Ives, responsable expedicionario.

Formando parte iba brigada militar terrestre cuyo jefe, teniente Tripton -3ra. División de Artillería- con 25 soldados del Fuerte Yuma; por limitado de la capacidad del bote caminarían sobre orilla del río al parejo de ellos. Esta escolta sobre una recua de mulas llevaría comestibles caminando corriente arriba del lado sonorense, contactandose abasteciéndoles alimentos. Fue escolta de nombre, porque la tropa no salió del Fuerte Yuma hasta después que El Explorer había caminado unos días desde el golfo de Santa Clara y no lograron coincidir encuentros viajando sobre el Explorer. Finalmente contactaron una sola vez la escolta terrestre sobre el valle Mohave, cerca de 200 millas río arriba de Fuerte, viniendo de regreso.

El teniente Ives con ese ‘’armastrote’’ completó reconocimiento y su reporte al secretario de guerra Jhon B. Floyd, el río Colorado en 1860 fue oficialmente declarado corriente navegable.